La Fiscalía pide 2 años para 4 encausados por el hundimiento de una gabarra en el Puerto de Tarragona
La Fiscalía de Medio Ambiente de Tarragona acusa al gerente de la empresa propietaria de la gabarra Savinosa, a un marinero y a dos capitanes por el hundimiento, el 9 de septiembre del 2008, de este barco, que conllevó cinco meses de trabajos para retirar el combustible vertido, con un coste cercano al millón de euros.
Por "el grave riesgo medioambiental" originado, el fiscal Ignacio Monreal acusa de un delito ecológico a los capitanes César P.A. y Víctor Manuel T.C; al marinero Antonio A.G. y al representante de la empresa Boteros y Amarradores de Tarragona, Victoriano O.A..
El fiscal solicita para cada uno de ellos dos años de prisión y el pago de multas cuantificadas en 5.760 euros en el caso del empresario, de 4.800 euros para cada uno de los capitanes y de 3.840 euros para el marinero.
Asimismo, demanda la prohibición de un año y medio para cualquier trabajo relacionado con el transporte de combustible y el abono de 91.424 euros a la Autoridad Portuaria de Tarragona en concepto de responsabilidad civil.
Monreal indica en su escrito de acusación que el 9 de septiembre del 2008 la gabarra Savinosa, amarrada en el Muelle de Reus del Puerto de Tarragona y dedicada al repostado de combustible a otros buques, se fue a pique.
La Savinosa era un monocasco de 38 metros de largo, con capacidad para acumular 800.000 litros de fuel y 310.000 de gasóleo -en el momento del hundimiento cargaba 760 toneladas de fuel y 280 de gasoil-, que un mes y medio después habría quedado inutilizada para su cometido al carecer de doble casco, pese a lo cual atracaba en el puerto tarraconense sin la asistencia de un práctico.
Ello suponía "continuos golpes en el cintón -el listón de madera que defiende el costado- de la aleta de babor contra la pared del muelle, los cuales, con el tiempo, provocaron una fisura de 21 centímetros, que afectó a uno de los tanques de lastre", que estaba vacío.
Pero, al hallarse el buque a plena carga, el agua se coló por la grieta y provocó su hundimiento sin que nadie avisara de ello, sin llevar a cabo labores de achique y con solo una persona de guardia, cuando se requerían tres.
Para el fiscal, "de haberse contado con la tripulación mínima, se hubiera podido evitar el hundimiento o, en el peor de los casos, la entidad de la contaminación se hubiera minimizado en gran medida mediante el vaciado de los tanques en las áreas de repostaje u otras instalaciones afectadas, o mediante succión del lugar, por ejemplo".