AI pide a Francia que investigue a fondo el asesinato de tres activistas kurdas
"Tiene que hacerse justicia tras estos asesinatos de aparente motivación política. Las autoridades francesas no deben dejar piedra por remover en su investigación", declara en un comunicado el director del programa de Europa y Asia Central de AI, John Dalhuisen.
"Las autoridades turcas deben cooperar completamente en la investigación para llevar a los responsables ante la justicia", añade.
La ejecución de tres activistas vinculadas al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), muertas a tiros en la tarde del 9 de enero, suscitó hoy gran conmoción entre esta comunidad en Francia y plantea muchos interrogantes sobre un acto que se ha vinculado al reciente diálogo con el Gobierno turco.
Las tres asesinadas son Sakine Cansiz, miembro fundador del PKK; Didan Dogan, representante en Francia del Congreso Nacional del Kurdistán y trabajadora del Centro de Información del Kurdistán de París, donde se perpetró el crimen, y Leyla Soylemez, presentada como una joven activista.
Sus cadáveres fueron encontrados de madrugada, con disparos en la cabeza, en el interior del edificio de la calle Lafayette que alberga ese organismo, formalmente de carácter cultural, aunque directamente relacionado con el PKK.
La policía sospecha que los asesinatos, cometidos con armas automáticas, pudieron producirse el miércoles por la tarde, cuando se sabe que las tres debían encontrarse en las oficinas, si bien no se han hallado signos de que las puertas fueran forzadas.
En su comunicado, Amnistía subrayó hoy que este acto no debe interrumpir las negociaciones entre turcos y kurdos.
"Ambas partes deben asegurarse de que los asesinatos no descarrilan las negociaciones destinadas a acabar con décadas de conflicto y persistentes abusos de los derechos humanos", afirma Dalhuisen.