El juez no quemó la droga de Huelva, que pudo robar la banda a la que se incautó
La Policía, según ha informado el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, trabaja con esta hipótesis, ya que es una práctica habitual que la organizaciones dedicadas al tráfico de drogas intenten recuperar la mercancía.
El robo tuvo lugar durante las campanadas de Nochevieja en una instalaciones en las que en ese momento no había ningún vigilante de seguridad.
Mientras continúan las investigaciones, el ministro ha dejado claro que el protocolo firmado recientemente entre su departamento, el Ministerio de Sanidad y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para la destrucción rápida de las drogas incautadas ha funcionado.
Prueba de ello, ha explicado, es que las dos terceras partes de los estupefacientes almacenados en esas instalaciones desde hace mucho tiempo ya han sido destruidos en virtud de ese protocolo.
Sin embargo, los mil kilos robados, empaquetados en 31 fardos, todavía permanecían allí porque el juez no había solicitado aún su destrucción, ha reiterado Fernández Díaz.
El ministro ha reconocido que la seguridad no era la adecuada y ha asegurado que "no es razonable" que no haya vigilancia en los lugares donde se almacena tanta droga, que puede ser "una tentación" para cualquier ciudadano y sobre todo para los delincuentes.
Fernández Díaz ha lamentado que se haya tardado "tanto tiempo" en firmar ese protocolo, que funciona y que garantiza la cadena de custodia, toda vez que deja la cantidad necesaria de droga para que sirva como prueba en el proceso penal correspondiente.
A su juicio, no era "prudente" tener almacenados miles kilos de droga sin destruir, por lo que ha valorado la decisión de su Gobierno de suscribir el citado protocolo.
También ha considerado "muy lamentable" que después "de lo mucho y bien" que trabajan las fuerzas de seguridad en la lucha contra el tráfico de drogas se produzcan robos como el de Huelva o el de hace unos meses en Cádiz.
Precisamente, el ministro ha resaltado la puesta en marcha en Andalucía de un segundo crematorio de droga -hay otro en Asturias-, aunque por razones de seguridad no ha querido concretar el lugar en el que está ubicado.