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El Supremo Tribunal de Brasil refuerza la seguridad frente al "juicio histórico" al gobierno de Lula



    Brasilia, 2 ago (EFE).- La seguridad frente al Supremo Tribunal de Brasil fue reforzada hoy, horas antes del inicio del juicio a los 38 acusados por los escándalos de corrupción que en 2005 enlodaron al Gobierno del entonces presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

    La primera sesión del que la prensa local, juristas y analistas políticos califican como "juicio histórico" o "juicio del siglo" se celebrará hoy, a partir de las 14.00 hora local (17.00 GMT), con la lectura de los cargos que pesan contra los acusados, entre los que figuran tres exministros y otros 35 políticos y empresarios.

    Los delitos de los que se les acusa van desde corrupción activa y pasiva, hasta malversación, lavado de dinero, asociación ilícita y evasión de divisas.

    El caso se refiere a una complicada trama de supuestos desvíos de dinero público y privado que, según sostiene la acusación, financió en 2002 las campañas de Lula a la Presidencia y de otros políticos del Partido de los Trabajadores (PT) y de otras cuatro formaciones a diversos cargos.

    Además de la financiación ilegal de campañas políticas, esa arquitectura financiera habría servido para sobornar, entre 2003 y 2005, a decenas de diputados para que votasen en favor de los proyectos que presentaba el Gobierno de Lula, que había asumido sin mayoría parlamentaria.

    La sede del Supremo Tribunal amaneció hoy rodeada de cercas metálicas para impedir la aproximación de curiosos o manifestantes y en su entorno fueron desplegados unos cien agentes de la Policía Federal para garantizar la seguridad.

    El más relevante de los acusados es José Dirceu, exministro de la Presidencia y "hombre fuerte" del Gobierno de Lula y del PT, quien se vio obligado a renunciar cuando surgieron las primeras denuncias.

    También figuran en la trama el expresidente del PT José Genoino y el antiguo tesorero de ese partido Delubio Soares, quienes perdieron sus cargos en medio del escándalo.

    El Supremo ha calculado que el proceso, que será transmitido por televisión en su totalidad, demandará por lo menos quince sesiones hasta llegar al momento de la sentencia, que se prevé para mediados de septiembre.