Pascual Sala critica la tardanza en la renovación del Constitucional y el menosprecio al tribunal
Así lo ha asegurado Sala durante la toma de posesión de los nuevos magistrados del Constitucional Andrés Ollero, Juan José González Rivas, Encarnación Roca y Fernando Valdés Dal-Ré, que esta mañana han jurado o prometido su cargo ante el rey.
En su discurso, Sala ha llamado también "expresamente la atención al Gobierno y al Poder Legislativo" para que corrijan con urgencia la reforma introducida por el Senado en 2011, que recortó el mandato de los magistrados designados por la Cámara Alta a seis años, en lugar de los nueve que establece la Constitución.
Una modificación que ha calificado como un dislate, que "ha venido a consagrar como normal el retraso" en la renovación de las vacantes en el alto tribunal.
Además, el presidente del Constitucional ha salido al paso de las descalificaciones políticas contra el alto tribunal, del que ha destacado su independencia.
"El Tribunal Constitucional es un tribunal independiente, no un tribunal político, ni politizado, ni integrado por políticos, dicho sea con el mayor respeto hacia la nobleza de la política como profesión", ha dicho, tras lo que ha recalcado que el TC cumple su función con arreglo a "estrictos criterios jurídico-constitucionales y no de conveniencia y oportunidad política".
En este sentido, ha considerado incluso conveniente y necesaria la crítica a las resoluciones del Constitucional, siempre que no se caiga en las descalificaciones o el menosprecio institucional "cuando no se conformen con las propias convicciones políticas o incluso con interpretaciones subjetivas y personales de criterios políticos aparentemente generales".
A ello ha añadido que "si se descalifica o menosprecia al tribunal en vez de criticar fundadamente sus decisiones, se hace un grave daño, muchas veces irreparable a una institución" básica en el Estado de Derecho.
Sala, que ha elogiado la trayectoria tanto de los nuevos magistrados que hoy estrenan su cargo, como de los que abandonan el puesto, ha destacado también el papel "insustituible" del TC "como supremo intérprete de la Constitución y superior garante de la efectiva vinculación a la misma de todos los poderes públicos".
Igualmente, ha tenido un recuerdo especial para el magistrado Roberto García Calvo, fallecido en 2008, cuya vacante era una de las que permanecía sin cubrir hasta hoy.
Tras el discurso de Pascual Sala, el secretario general del TC ha procedido a leer los reales decretos de cese de los magistrados que abandonan el tribunal -Eugeni Gay, Elisa Pérez Vera, y Javier Delgado-, así como el del nombramiento de los que desde hoy pasan a formar parte del mismo.
Posteriormente, los nuevos magistrados -Andrés Ollero, Encarnación Roca, José González Rivas y Fernando Valdés- han sido distinguidos con las insignias representativas de su cargo.
Al acto han asistido, entre otras autoridades, el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón; el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce; el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Gonzalo Moliner, y la defensora del Pueblo, Soledad Becerril, que esta mañana han tomado posesión de su cargo, y varios vocales del órgano de gobierno de los jueces.