Ecoley

La crisis institucional salvadoreña se agrava con dos cortes supremas



    San Salvador, 16 jul (EFE).- La crisis institucional en El Salvador por la anulación de las elecciones de magistrados del Poder Judicial se agravó hoy con la proclamación de dos cortes supremas de justicia pese a llamamientos internacionales para buscar una salida a la insólita situación.

    En dos actos por separado en la sede del Poder Judicial, los magistrados Ovidio Bonilla y Florentín Meléndez se proclamaron nuevos presidentes de la Corte Suprema de Justicia, mientras en las afueras del edificio se concentraban centenares de activistas de ambos jueces, vigilados por la Policía, sin que se registraran incidentes.

    El Parlamento salvadoreño eligió a Bonilla el 24 de abril pasado para sustituir a Belarmino Jaime, cuyo período terminó ayer pero que dejó como presidente "provisional" a Meléndez, primer vocal de la Sala de lo Constitucional.

    Bonilla fue elegido junto a otros magistrados y al nuevo fiscal general, Astor Escalante, pero estas acciones, junto a la elección de magistrados hecha en 2006 por el Parlamento, fueron anuladas por la Sala Constitucional, presidida por Jaime, que ordenó repetirlas.

    La Constitución no establece en qué período debe elegirse a los magistrados y el fiscal General, pero la Sala argumentó que una misma legislatura -la que terminó el pasado abril- no puede hacerlo más de una vez, por lo que ordenó al nuevo Parlamento formado el 1 de mayo que asumiera la tarea de renovar esos cargos.

    El Parlamento desconoció los fallos de la Sala Constitucional y acudió a la Corte Centroamericana de Justicia, que los dejó sin efecto hasta que tome una resolución definitiva, pero la Sala de lo Constitucional desconoció la orden del tribunal regional.

    Como consecuencia, ahora el órgano judicial salvadoreño está dividido entre los 10 magistrados presididos por Bonilla y los cinco de la Sala de lo Constitucional más varios suplentes encabezados por Meléndez.

    Cada uno de los sectores enfrentados en la crisis, unos a favor de Bonilla y otros de Meléndez, defiende la legitimidad de la nueva corte y su presidente.

    "Lo importante es que hay una sola Corte y que la Corte plena ha sido instalada", dijo a Efe el diputado Roberto Lorenzana, portavoz del partido gobernante, Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).

    Señaló que la presidida por Bonilla "es la única" Corte, porque la resolución del tribunal centroamericano es una "medida cautelar que le da vida", mientras "queda muerta la sentencia" de la Sala que anulaba las elecciones de magistrados de 2006 y del 24 de abril pasado.

    El presidente del Parlamento, Sigfrido Reyes, también del FMLN, señaló que "a pesar de la soberbia" de la Sala de lo Constitucional y de "todos esos procedimientos viciados, recursos amañados, sentencias exprés, amenazas públicas", al fin asumió Bonilla como el nuevo y único presidente del órgano judicial.

    Bonilla reconoció que tuvo que recurrir a un "cerrajero" para que abriera la sala de Corte plena y poder celebrar la reunión.

    En un comunicado el otro Supremo indicó que, de acuerdo a la Ley Orgánica Judicial, en ausencia del presidente de la Corte quien debe asumir es el primer vocal de la Sala de lo Constitucional.

    Meléndez asumirá la presidencia del organismo a partir de este lunes y "hasta que sea electo el nuevo presidente propietario por la Asamblea", sentenció.

    En declaraciones a la prensa Meléndez indicó que "cualquier otra integración (de la Corte) está fuera" de ley.

    "La Corte Suprema de Justicia continúa funcionando con los magistrados suplentes legítimamente convocados, y su llamamiento cesará cuando la Asamblea Legislativa elija a los nuevos magistrados y tomen posesión de sus cargos", indicó el boletín.

    Los sectores enfrentados aseguraron que con las tomas de posesión de este día el conflicto entre el Legislativo y Judicial finalizó, aunque todo parece indicar lo contrario.

    Reyes dijo que con la elección de Bonilla y la nueva Corte "se cierra un capítulo y se abre otro", al tiempo que llamó a los diferentes sectores del país a unirse y a poner por delante los "intereses de la nación y no (...) intereses miopes y particulares".

    La crisis desembocó en la existencia de dos Supremos a pesar de los llamamientos a encontrar una solución lanzados por la Organización de Estados Americanos (OEA), Naciones Unidas, Estados Unidos, la Unión Europea y diversos organismos locales.

    "El diálogo está abierto, absolutamente. Nunca hemos desistido del diálogo, pero tiene que ser dentro de la Constitución (...), fuera de la Constitución nada", expresó Reyes.