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Un experto dice que el Policía acusado de agredir a tres emigrantes es adicto al sexo



    Madrid, 6 jun (EFE).- El subinspector de Policía, Antonio I.S., acusado de agredir a tres emigrantes, sufre un trastorno mental de adicción a la sexualidad, que le impide controlar sus impulsos para obtener gratificaciones sexuales, ha señalado hoy un experto en la Audiencia Provincial de Madrid.

    Así lo ha expuesto en el segundo día del juicio que se celebra en la Audiencia madrileña a Antonio I.S., para quien la Fiscalía solicita dieciséis años y diez meses de prisión e inhabilitación durante el mismo tiempo por un delito de agresión sexual y dos de abuso sexual.

    El psicólogo ha explicado que, después de seis años de matrimonio, el procesado comenzó a interesarse por páginas pornográficas, chats y vídeo-chats y llegó a tener conductas de "alto riesgo" para buscar mujeres por la zona donde vivía.

    Ha detallado que el acusado dedicaba a estas actividades entre seis y siete horas diarias, lo que interfería en su vida familiar, profesional y de ocio.

    Se calcula que entre el 3 y el 6 por ciento de la población está afectada por algún tipo de adicción sexual, con características obsesivo-compulsivas, ha subrayado el experto.

    Por su parte, un médico forense especialista en psiquiatría ha apuntado que los hechos implican una conducta "reflexiva" y "elaborada" por parte del acusado para conseguir a la víctima y cometer el delito, que difícilmente puede explicarse por un impulso o una reacción "inmediata".

    Durante el juicio, un perito ha manifestado que la víctima de la presunta agresión sexual María Margarita S.G. estaba siendo tratada desde el año 2008 por un trastorno adaptativo con depresión y ansiedad, que se ha agravado a nivel anímico como consecuencia de los hechos.

    En la sesión de hoy, dos policías municipales que participaron en la detención del acusado el 21 de marzo de 2011 han precisado que aquel día el vigilante de seguridad de una tienda situada en las proximidades de la calle de Bravo Murillo requirió su presencia después de que María Margarita reconociera al procesado.

    Los agentes han manifestado que María Margarita se puso "muy nerviosa" y "rompió a llorar", pero identificó en una calle próxima al acusado, que no quiso mostrar su placa de policía a sus compañeros.

    Un agente del Servicio de Biología del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil ha confirmado que en el hisopo pasado por una sábana y una toalla había restos con el perfil genético de María Margarita y Antonio.

    El juicio ha sido suspendido hasta el próximo 11 de septiembre para poder escuchar mediante videoconferencia el testimonio de una de las víctimas, Miriam Elena S.T., de nacionalidad ecuatoriana y de 24 años, que reside en Ginebra (Suiza).