El enviado de la ONU para Somalia confía en la pronta liberación de las cooperantes españolas
"Sé que el Gobierno Federal de Transición somalí (GFT) y sus milicias aliadas trabajan muy estrechamente en este asunto. Queremos creer que las cooperantes aún siguen con vida en algún sitio", dijo Mahiga a Efe tras una rueda de prensa en Nairobi.
El diplomático tanzano admitió no disponer de "información sustancial" sobre el paradero de las españolas Montserrat Serra y Blanca Thiebaut, trabajadoras de la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF).
Sin embargo, Mahiga se declaró "optimista" sobre la eventual liberación de Serra y Thiebaut y expresó sus confianza en que "esto se produzca más pronto que tarde", ya que ese objetivo figura entre las prioridades el presidente del GFT, Sharif Sheikh Ahmed.
"Cuando tuve la última reunión con el presidente Sharif hace dos semanas -explicó-, entre sus objetivos había instrucciones específicas para conseguir la liberación inmediata de las secuestradas".
Las cooperantes fueron secuestradas en el campo de refugiados de Dadaab (noreste de Kenia), situado a 100 kilómetros de la frontera con Somalia, donde fueron trasladadas después por sus captores.
El representante de la ONU recordó que ese suceso fue "una de las razones que provocó (dos días después) la incursión" militar de Kenia en el sur de Somalia contra la milicia radical islámica Al Shabab, a la que el Gobierno keniano culpa de ése y otros secuestros ocurridos en su territorio en poco más de un mes.
En su opinión, "con la incursión de las tropas kenianas en la zona en la que sospechamos que están retenidas, creemos que la perspectiva de poder conocer su paradero y lograr su liberación es mucho mejor hoy que cuando fueron secuestradas".
"Porque -matizó- todos los esfuerzos de las fuerzas sobre el terreno van dirigidos no sólo a dar con los secuestradores, sino sobre todo a asegurar la liberación de las secuestradas en Dadaab. Ciertamente, ese es el objetivo".
Prácticamente nada ha trascendido públicamente sobre la suerte de Serra y Thiebaut desde el pasado día 18, cuando el general Yusuf Ahmed Dhumal, jefe de las fuerzas del GFT en el sur del país, aseguró a Efe que las cooperantes españolas se encontraban en la ciudad costera somalí de Kismayo, feudo de Al Shabab.
Las autoridades de Kenia creen que ese grupo fundamentalista -vinculado a la red terrorista Al Qaeda- está detrás del secuestro, aunque la milicia insiste en negar este extremo.
Ahmed Dhumal también advirtió entonces de la posibilidad de que esa milicia optara por vender a las dos rehenes a piratas somalíes, con el fin de obtener dinero para financiar sus actividades.
Al Shabab combate al internacionalmente respaldado GFT y a las tropas de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM) con el fin de instaurar un Estado musulmán de corte wahabí en el país.
Somalia vive en un estado de guerra civil y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin gobierno efectivo y en manos de milicias islamistas, señores de la guerra tribales y bandas de delincuentes armados.