Latinoamérica

El Papa alienta a los católicos mexicanos frente a la violencia

    El Papa en México.


    Los católicos de México, que anhelan una voz de aliento ante la brutal violencia del narcotráfico que ha costado la vida a decenas de miles de personas, recibieron con fervor el viernes al papa Benedicto XVI, que prometió rezar por ellos y combatir el mal de las drogas.

    Entre los vítores de cientos de personas congregadas en el aeropuerto de El Bajío, en el central estado de Guanajuato, el sumo pontífice llegó a México, el segundo país con más católicos en el mundo después de Brasil, y fue recibido por el presidente, Felipe Calderón, y su esposa.

    "En estos días pediré encarecidamente al Señor y a la Virgen de Guadalupe por este pueblo", dijo Benedicto XVI en un discurso tras su llegada a México. "Y rezaré especialmente por quienes más lo precisan, particularmente por los que sufren a causa de antiguas y nuevas rivalidades, resentimientos y formas de violencia", agregó.

    Brutal violencia

    Los fieles del Guanajuato, un bastión clave del catolicismo mexicano con imponentes iglesias coloniales, han dicho que esperan del Papa una "México tvoz de aliento ante la brutal violencia que se ha cobrado unas 50.000 vidas desde 2007. ambién ha sufrido, Su Santidad lo sabe, la violencia despiadada y descarnada de los delincuentes", dijo Calderón en su discurso de bienvenida.

    "Su visita particularmente en estas circunstancias es un gesto de solidaridad y de fraternidad con nuestro pueblo que nunca olvidaremos", agregó el presidente en una ceremonia que incluyó bailables y música de mariachi.

    El Papa dijo horas antes a reporteros a bordo del avión en el que viajó desde Roma, que es necesario "desenmascarar al mal" del narcotráfico en México, origen de la ola de violencia. "Debemos hacer todo lo que sea posible para combatir este destructivo mal que ataca la humanidad y nuestra juventud", afirmó.

    El Papa se entrevistará el sábado con Calderón, que está viendo muy cuestionada su estrategia de combate a los poderosos cárteles de la droga, a pocos meses de que los mexicanos elijan a su sucesor a partir del 1 de diciembre.

    Fervor mexicano

    La industrial ciudad de León, famosa por fabricar zapatos, estaba llena de fotografías del papa Benedicto XVI y miles de fieles abarrotaron el recorrido de más de 35 kilómetros que hizo a bordo del "papamóvil" desde su llegada hasta el colegio donde pasará por tres noches. En parte del trayecto, en el que la gente ondeaba banderas de el Vaticano y gritaba "Benedicto, hermano, ya eres mexicano", jóvenes vestidos de blanco colocaron una gran manta de letras negras que dice "Papa, reza para que se acabe la violencia y regrese la paz".

    La sombra de Juan Pablo II es alargada

    Pese al fervor católico que brota en León, en el resto del país Benedicto XVI no despierta tanta expectación como su antecesor Juan Pablo II, que visitó México en cinco ocasiones.

    La fe católica en México se ha visto disminuida por una menor labor pastoral, lo que ha permitido a iglesias protestantes ganar terreno, pero también por el escándalo del padre mexicano Marcial Maciel, que durante décadas abusó sexualmente de seminaristas y llevó una doble vida, algo reconocido por la Iglesia en 2010.

    Maciel, uno de los favoritos de Juan Pablo II, fue enviado por la Iglesia en el 2006 a una vida de penitencia y encierro, pero sin haberse enfrentado a la justicia y cobijado por el imperio económico que formó con las donaciones de familias millonarias mexicanas. "El entusiasmo que se está viviendo en León no es el mismo entusiasmo que está viviendo el país", dijo Bernardo Barranco, especialista en temas religiosos y que escribió el prólogo del libro "La voluntad de no saber". "El tema de los abusos del padre Maciel evidentemente viene a opacar (la visita del Papa)", agregó.

    Una encuesta divulgada el viernes por el periódico Milenio mostró que un 82 por ciento consideraba "Santo Padre" a Juan Pablo II, mientras que sólo un 2 por ciento ve de esa manera a su sucesor.

    El Papa desarrollará todas sus actividades, incluida una multitudinaria misa el domingo a la que asistirán cientos de miles de personas, en Guanajuato. Según la encuesta, un 72 por ciento de los consultados dijo esperar que el Papa se refiera a la inseguridad que vive el país, frente a un 24 por ciento que prefiere que no lo haga.

    Mensaje de cambio

    "Sabemos que tiene que darnos un mensaje de que esto puede cambiar. Aquí estamos hartos, no es posible que sigamos igual", dijo Rubén Santibáñez, médico de una asociación de doctores católicos cuya hermana viajó desde Los Ángeles para ver al Papa y en su camino se encontró con avenidas bloqueadas por narcotraficantes en la occidental ciudad de Guadalajara.

    El sábado se presentará a la prensa en León un libro con más de 200 documentos que intentan demostrar que el Vaticano conocía los abusos de Maciel desde los años 40.

    José Barba, uno de los ex seminaristas que sufrió abusos, sostiene que Joseph Ratzinger, entonces prefecto de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, disponía de información para iniciar un proceso contra Maciel desde 1998, cuando ex legionarios presentaron una denuncia canónica en su contra.