Televisión
"No solo no hay bronca entre José Pablo López y su número 2 sino que se llevan muy bien", asegura una portavoz de RTVE
Informalia
"No solo no hay bronca entre José Pablo López y su número 2 sino que se llevan muy bien", asegura una portavoz de RTVE en conversación con este digital. La versión de la Corporación Pública sobre lo ocurrido entre el presidente de RTVE y su director de Contenidos, Sergio Calderón, llega después de que este domingo publicáramos que había habido desencuentros entre ellos a raíz de los problemas de audiencia de La familia de la tele.
Una vez ofrecida la versión de la cadena, no obstante, recordamos que desde TVE se nos desmintieron no hace mucho informaciones como el fichaje de Broncano, que Toñi Moreno fichaba por Masterchef Celebrity, la llegada de Jaime Cantizano a las mañanas o su marcha o incluso el fichaje de Rocío Carrasco o Terelu Campos en su día para Bake Off. En todos los casos, las informaciones acabaron probándose pero hubo un caso muy similar al que nos ocupa: cuando avanzamos la "bronca" que por culpa del fichaje de Belén Esteban habían tenido el entonces director de Contenidos de TVE (José Pablo López) y su presidenta, a la sazón, Elena Sánchez.
Aquella información, que se nos negó, fue más tarde corroborada en público por la propia Belén Esteban y en privado por todos y cada uno de los aludidos. Aquel titular era: Belén Esteban provoca una bronca en RTVE entre la presidenta y su número 2: tenían cerrado contratarla. Y fue el principio de la gran bronca que acabó en la llamada "Boda Roja" de RTVE, que acabó con la salida e la propia presidenta interina y su número 2 de entonces.
De hecho, es normal que TVE desmienta una bronca entre su presidente y su número 2. Para entender qué es lo que desmienten, hay que recordar que en el artículo mencionábamos que, el pasado 12 de junio, adelantamos, en primicia, la decisión de la cúpula de RTVE de tirar la toalla con La familia de la tele, la gran apuesta de José Pablo López y Sergio Calderón, su número 2 y avanzábamos también que sólo faltaban por perfilar la fecha de retirada y el modo de anunciarlo, así como los contenidos para sustituirlo, como por ejemplo, pasar Las Malas Lenguas de Cintora a La 1.
Nuestras informaciones fueron recogidas por medios como El País, La Vanguardia, El Mundo o ABC, y en algunos casos no solo recogían lo que afirmábamos sino que daban fe de que lo habían reconfirmado por sus propios medios. Otros matizaron luego que faltaba oficializar la decisión porque, como ya contábamos, no había fecha decidida, si bien la decisión era "irreversible", según nuestras fuentes.
La novedad que sumábamos a las informaciones anteriores es que aquella decisión y sus matices provocaron sonoros desencuentros entre el presidente de RTVE y su número 2 y responsable de contenidos, desencuentros que TVE desmiente a través de sus canales oficiales. Sin embargo, y una vez hemos tomado nota de su versión, repreguntamos y las fuentes consultadas se reafirman además que las "broncas" y "discrepancias" entre José Pablo López y Sergio Calderón han sido "literalmente" escuchadas por testigos y que muchas han tenido que ver precisamente con el final de La familia de la tele, sobre la estrategia a seguir para sustituir al magacín, el plazo para retirarla definitivamente y el modo de manejar la comunicación de lo que supone uno de los mayores patinazos de la historia de RTVE. Eso sí, que quede meridianamente claro que RTVE no solo no reconoce esa versión sino que insiste en que "se llevan muy bien" entre ellos.
La cancelación de La familia de la tele, proyecto estrella impulsado por la actual dirección de RTVE, si es que se oficializa, no solo marcaría un sonoro fracaso en la estrategia de programación de la cadena pública. De momento, ha provocado una seria crisis interna. La decisión de retirarla, nos aseguran que fue tomada de forma definitiva en los primeros días de junio, y nos insisten, en contra de la versión defendida desde el departamento que dirige María Eizaguirre, que vino precedida por un desencuentro entre el presidente de RTVE, José Pablo López, y su número dos y responsable de contenidos, Sergio Calderón.
Con bronca o sin ella, es evidente que ambos ejecutivos habían apostado desde el inicio por este formato, producido por quienes antes se llamaron La Fábrica de la Tele o Fabricantes Studio pero bajo un nuevo sello (La Osa Producciones), y confiaban en que esa estética descartada por Mediaset conectaría con un nuevo tipo de espectador. Sin embargo, la acogida fue fría, y las audiencias, insuficientes. Y eso a pesar de ir sin publicidad, de la descomunal promoción, el carísimo desfile de inauguración y otros excesos.
La presión externa e interna se intensificó hasta desembocar en una crisis que, según fuentes de RTVE, estuvo acompañada de "broncas sonoras" y "discrepancias irreconciliables" entre López y Calderón, escuchadas incluso por testigos y desmentida, insistimos, desde la propia presidencia a través de su departamento e Comunicación este domingo.
La ruptura en la cúpula que niegan los aludidos se agudizó, según nuestras fuentes, cuando se trató de definir cómo comunicar el final del programa y qué estrategia seguir para evitar un impacto negativo en la imagen de la Corporación. Nos aseguran que Sergio Calderón pedía cautela y defendía dar al programa "algo más de tiempo", frente a José Pablo López, que presionaba para cortar cuanto antes una sangría de imagen y credibilidad. Elos dicen que eso no ocurrió.
Finalmente, nos aseguran que se impuso la tesis de la retirada, y que solo quedó por cerrar la fecha y el modo en que se comunicaría al público y al equipo. El inicio del Tour de Francia se perfila, como apuntábamos, como una excusa ideal para sustituir el espacio sin una cancelación abrupta.
El pasado 29 de mayo, José Pablo López aún defendía el formato en el Congreso de los Diputados —pidiendo "paciencia" y asegurando que no estaba convencido de su fracaso. Pero lo cierto es que la decisión ya estaba tomada. Según fuentes internas, aquella comparecencia fue más una maniobra política que una defensa real del programa. Las cifras de audiencia, junto con la presión de los sindicatos, el Consejo de Informativos y una parte importante de la plantilla de RTVE, hicieron insostenible su continuidad.
La presión se desbordó especialmente tras el manifiesto firmado por más de cien extrabajadores de RTVE, que calificaron el programa como "incompatible con los valores de la televisión pública". "No cumple los mínimos de calidad exigibles a un medio público. Su tono, contenidos y algunos de sus colaboradores erosionan la imagen de RTVE", rezaba el texto. Esta declaración, sumada a las críticas de casi todos los grupos parlamentarios —con la salvedad del PSOE—, terminó por aislar completamente al presidente de la Corporación. Otro aspecto desconocido hasta ahora y que, según nos cuentan fue objeto de discusión, fue el intento de volver a llevar a algunos de los rostros del magacín a La Revuelta, donde ya estuvieron cuando se estrenó el programa, un extremo que no han confirmado desde la productora de Broncano.
Otro de los puntos más conflictivos fue el modelo del programa, considerado por muchos como un Sálvame blanqueado y disfrazado de servicio público. El Consejo de Informativos alertó de una "pérdida de credibilidad" y de "falta de rigor", mientras algunos sindicatos denunciaban la precarización del servicio público con una oferta que, en su opinión, respondía más a intereses comerciales que a los principios fundacionales de RTVE.
Desde el punto de vista puramente televisivo, La Familia de la Tele nunca logró consolidarse. A pesar de contar con nombres potentes como Inés Hernand, Aitor Albizua, Belén Esteban y María Patiño, el espacio sufrió caídas continuas en su cuota de pantalla. Tras un breve repunte con el fenómeno Melody y una bochornosa rueda de prensa convocada por RTVE a la medida del formato de La Osa, las emisiones del martes y miércoles siguientes se hundieron hasta el 5,4%, siendo incluso superadas por La 2 en franja de sobremesa. Era la señal definitiva de que el público le daba la espalda.
La incertidumbre ahora se traslada a los colaboradores. Aunque se ha especulado con la posible reubicación de algunos rostros en otros formatos de la cadena, fuentes de RTVE no lo consideran probable, salvo en casos puntuales: "Pueden darles una participación en un Bake Off o algo así", nos dicen.
Sin embargo, a pesar de la contundencia y el coste (no solo de imagen) del fracaso, parece que La Osa Producciones mantendrá una cierta presencia en la parrilla, aunque con otros proyectos. No olvidemos la demanda de Isabel Pantoja contra el director de La Familia, David Valldeperas, al que pide además de 500.000 euros, nueve años de cárcel por el asunto del presunto espionaje a famosos con las fichas policiales de un funcionario supuestamente implicado.
El final de La familia de la tele se convierte así en uno de los mayores traspiés de RTVE en los últimos años. Un formato nacido con grandes aspiraciones, promocionado con entusiasmo y defendido hasta el último momento, que no ha logrado conectar con el público y que ha terminado enfrentando a la cúpula directiva. En los próximos días se espera que RTVE anuncie formalmente la fecha de cierre definitivo del programa y dé pistas sobre su reemplazo. De momento, según RTVE, no se ha tomado la decisión, si bien por razones de actualidad no se emitió ni el jueves ni el viernes y en sus últimas emisiones tocó mínimos y fue superada hasta por La 2.