Jordi Gónzalez deja en el aire su regreso a 'D Corazón' tras casi morir: "No lo decido yo"
- El presentador de TVE casi pierde la vida a raíz de una bacteria y una bronconeumonía bilateral
- Los titulares de Jordi González después de tres semanas en coma a punto de morir
- Jordi González no está en condiciones de volver a presentar: la larga baja del periodista catalán
Esperanza Ortiz
Han sido cinco meses los que Jordi González ha estado alejado del plató de D Corazón en TVE. Una bacteria y una bronconeumonía bilateral llevó al presentador a estar tres semanas en coma inducido en Colombia, a los que se sumaron después 55 días en la UCI, también en Colombia (donde tiene un apartamento en Medellín), y dos más en España. "57 días en total", como el propio comunicador recuerda al hablar de su calvario.
Fue en Informalia donde adelantamos que no estaba en condiciones para volver a presentar, dando también más detalles acerca de su regreso a España, en marzo, para continuar con la recuperación en casa.
Este miércoles, ha sido el mismo Jordi el que ha dado más detalles en Semana, desvelando cómo se encuentra a día de hoy: "Ahora estoy pendiente de empezar una rehabilitación lumbar. Yo ya no estoy en tratamiento ni estoy tomando ningún medicamento, pero he empezado ya con la rehabilitación física. Voy haciendo cosas, pero otras tengo que empezar de cero".
También ha hablado de su regreso al trabajo, lo que todavía no puede ser una realidad: "Sé que ahora no puedo porque los médicos no me dejan y, por tanto, no me lo planteo. Pero no lo sé realmente". Y sobre si lo volveremos a ver en D Corazón, deja su futuro en el programa de TVE en el aire: "No lo sé, no lo sé porque la tele es caprichosa y es una industria absolutamente imprevisible y no decido yo únicamente".
Sobre el diagnóstico que casi le llevó "al otro barrio", apunta: "Lo que yo tenía era una bronconeumonía bilateral, que es la enfermedad que ha matado al Papa Francisco, agravada por una crisis renal. Es un diganóstico con claro índice de mortalidad". Y recuerda: "Yo he estado más allá que acá, claro que he estado a punto de morir porque no había manera de identificar esa bacteria. Y cuando pasan 25 días y los antibióticos no consiguen bajar la fiebre, los médicos empiezan a darte por perdido".
La recuperación, en la que todavía sigue inmerso, no es nada fácil: "Tenía mucho miedo a perder la voz por la traquetomía [de la UCI] y quería caminar. Leía mucho y sabía que, en casos así, se pierde mucha fuerza para caminar. El primer día que pude dar dos pasos lo celebré como si hubiera ganado una batalla". A día de hoy, explica: "He recuperado la voz y estoy recuperando la forma física, porque después de tantas noches en una UCI pierdes mucho y muscularmente hablando estoy débil".