Televisión

José Pablo López y su TVE 'telecinquera' sufren cuando Mediaset funciona (y las Tentaciones arruinan a Broncano)


Martín Alegre

La gran sorpresa de la temporada es Montoya con La isla de las tentaciones como salvavidas de Mediaset, que empuja junto a Supervivientes a Telecinco para salir de su letargo y ha desatado un terremoto en la competencia. Mientras tanto, en TVE, la estrategia de José Pablo López, empeñado en convertir la cadena pública en una versión de Mediaset pero pagando los guiñoles con dinero público, hace aguas cuando su competidor real muestra los dientes.

El problema de querer parecerse a Telecinco cuando Telecinco funciona

No es ningún secreto que la actual dirección de RTVE ha decidido apostar por una programación más comercial, intentando emular el modelo de entretenimiento del que Telecinco pretendía huir para purificar su imagen cuando se cargó a Vasile y al universo Sálvame que ahora llega a TVE. El problema es que, cuando La isla de las tentaciones vuelve a rugir con cifras de vértigo, cualquier intento de "telecinquear" desde la pública se convierte en riesgo.

Este lunes, el encuentro de La isla de las tentaciones alcanzó un demoledor 26,9% de cuota de pantalla y 1.269.000 espectadores, un dato que hace temblar cualquier competencia. En La 1, mientras tanto, Bake Off, un formato más propio de la televisión privada, apenas conseguía un 7,8%, demostrando que la copia compite mal contra el original. La 1 no debería ser un sucedáneo de Telecinco.

Antena 3, en cambio, ha sabido esquivar la embestida con inteligencia. En lugar de intentar pelear directamente con el reality de Telecinco, su serie Renacer resistió dignamente con un 11,2%, aprovechando un público fiel y diferenciado. TVE, por su parte, sigue en tierra de nadie: no cumple la función de servicio público que debería justificar su existencia, pero tampoco logra seducir a los espectadores del entretenimiento puro y duro.

Las tardes y el enigma Patiño-Esteban: ¿una apuesta o un error?

El problema no es solo del prime time. En su afán por competir con las privadas, TVE ha fichado a María Patiño y Belén Esteban para un magacín vespertino producido por Oscar Cornejo y Adrián Madrid que aún no ha visto la luz. ¿Será esta la solución para reflotar las tardes de La 1? Llega con fanfarria, con la telenovela La Promesa de enganche y con el currículo de unos productores que lideraron las tardes de Telecinco durante casi tres lustros. Pero aquello era con Jorge Javier Vázquez presentando y Paolo Vasile en la sala de máquinas.

El argumento de José Pablo López de que "hay que hacer una televisión pública para todos" se desmorona cuando lo que se ofrece son contenidos que ya existen y que las cadenas privadas producen mejor (y gratis para el erario público). Si los espectadores ya tienen Telecinco u otras opciones para ver ese tipo de formatos, ¿por qué iban a buscar en La 1 una versión descafeinada?

Mientras tanto, Telecinco ha encontrado en TardeAR una manera de mantenerse a flote con un 9,1%, impulsado en parte por el fenómeno de La isla de las tentaciones. Sonsoles Ónega, en Antena 3, sigue firme con un 10,6%, muy bien protegida por la novela que la precede y por Pasapalabra, el titán que todo lo arrasa en su franja.

Broncano en crisis: cuando las Tentaciones roban audiencia al humor

Si alguien está sufriendo este vendaval de las Tentaciones es David Broncano. La Resistencia, que durante años fue un fenómeno de culto en Movistar Plus, llegó a La 1 con campaña y polémicas, y con datos extraordinarios. Ahora, descubrimos que el público supuestamente moderno e inteligente del humorista colocado en La 1 por Moncloa para reducir el impacto de El Hormiguero y su azote anti socialista es en realidad el mismo que ve Las Tentaciones y que disfruta con el morbo del disgusto del histriónico Montoya y su rentable cornamenta.

Los números no engañan: el programa ha caído por debajo de 1.600.000 espectadores y un 11% de cuota, cifras que lo alejan del impacto que solía tener. Mientras tanto, El Hormiguero, su gran rival, sigue fuerte con un 14,6% gracias a su fórmula sólida de entrevistas y humor blanco para todos los públicos.

Aquí es donde entra otro error de cálculo de José Pablo López: si su idea era atraer a un público joven y moderno con Broncano, no tuvo en cuenta que este mismo público también disfruta de La isla de las tentaciones. Al final, los datos revelan que muchos de esos espectadores han preferido ver a Montoya y compañía enredados en dramas sentimentales antes que el humor irreverente del cómico jienense.

Jorge Javier y la recuperación de Telecinco

Otro dato relevante es la remontada de Ana Rosa en las mañanas de Telecinco, un acierto de Carullo devolverle su reinado. Jorge Javier Vázquez también agradece el cambio de horario, y ha comenzado a enseñar los dientes en la tarde. Su programa El diario de Jorge alcanzó un 9,4%, y la semana pasada superó el 10%, su mejor cifra hasta la fecha, demostrando que todavía tiene tirón.

Este pequeño éxito se suma al resurgir de Más vale tarde en La Sexta, con un 8,5%, mientras que TardeAR ve mejoras en sus cifras con Supervivientes o La isla. Jorge Javier parece destinado a ampliar sus tiempos en la tarde. En este ecosistema de televisión privada con una competencia feroz, TVE sigue sin encontrar su sitio.

Las noticias: el dominio absoluto de Antena 3

Si hay un punto donde no hay discusión, es en los informativos. Vicente Vallés sigue siendo el rey, con cifras que rondan el 18% de cuota de pantalla y más de 2.260.000 espectadores. Eso en un día que no fue el mejor para Antena 3.

En comparación, el Telediario 2 de La 1 se queda en un 11,5%, e Informativos Telecinco, lejos de su peor momento, se beneficia de la mejora de la cadena, pero anclado al tercer puesto con un 9,4% y un Franganillo más riguroso que eficaz desde el punto de vista de la audiencia.

La apuesta de José Pablo López por una televisión pública ultra comercial está fallando de momento en su intento de competir en igualdad de condiciones con las privadas. Antena 3 ha consolidado su modelo con una parrilla compacta y Telecinco, aunque ha atravesado una crisis profunda, sigue siendo capaz de resurgir con sus productos estrella.

Mientras tanto, TVE ni ofrece la diferenciación que debería tener una cadena pública, ni logra atraer a las audiencias masivas que buscan entretenimiento puro. Con un 9,7% de cuota de pantalla, se encuentra en una zona gris donde ni es referente de servicio público ni es una alternativa real a las privadas.

La pregunta es hasta cuándo José Pablo López mantendrá esta estrategia. O si continuará la huida hacia adelante con el nuevo Sálvame o lo que sea que llega a la uno, realities y espacios de cotilleo a todas horas de lunes a domingo.