Gente

Irene Rosales y su misteriosa relación con un atractivo pastelero: ¿hablará de él en su exclusiva millonaria?


Informalia

El final de una historia desemboca en el comienzo de otra, y lo mismo sucede con el amor. Lo que al principio parece una pasarela rosas puede tornarse en una senda hacia ningún lugar o, peor, en un callejón sin salida. Tras más de una década de relación y nueve años de matrimonio, Kiko Rivera e Irene Rosales emprenden caminos distintos -él incluso ha borrado su pasado en Instagram-. Una triste noticia a la que se suma la reaparición de la sevillana este miércoles, cuando, muy afectada, ha criticado las últimas informaciones referentes a su persona. No obstante, como avanzamos desde Informalia, negocia a brazo partido con revistas y televisiones para hablar y posar a cambio de una cantidad millonaria. Un movimiento que gestiona en paralelo a la reestructuración de una vida que durante años ha sido compartida con el hijo de Isabel Pantoja, y que ahora podría contar con un nuevo protagonista.

La exmujer del DJ podría estar conociendo a una nueva persona apenas unas semanas después de confirmarse su separación, tal y como se ha informado este miércoles desde Y ahora Sonsoles. Es una posibilidad impactante teniendo en cuenta que tanto el hermano de Isa Pantoja como la madre de las pequeñas Ana y Carlota insisten en que no han participado terceras personas en su divorcio. Asimismo, personas cercanas a la modelo barajan que podría estar interesada en un hombre que nada tiene que ver con el músico.

Los testigos que han hablado con el espacio de Antena 3 coinciden en que se trata de un pastelero al que describen como un hombre de unos 40 años, alto, moreno, con barba y "muy atractivo". Según sus declaraciones, Rosales ha sido vista en varias ocasiones con este acompañante compartiendo "complicidad" y cercanía. "Iban muy pegaditos, a 20 centímetros el uno del otro. Cuando llegaron al coche, él le puso la mano en la espalda de forma muy suave", han contado al programa.

El mencionado pastelero trabaja en Coria del Río, donde se encuentra la pastelería favorita de Irene, a tan solo 20 kilómetros de Castilleja de la Cuesta. Desde el magacín han preguntado al propio trabajador por su vinculación con Rosales y, aunque al principio este ha asegurado no conocer "a la muchacha", más tarde se ha desenvuelto con timidez y nerviosismo. "Cuantas más excusas daba, más dudas generaba. Como dice el dicho: excusatio non petita, accusatio manifesta", ha comentado la reportera que ha hablado con él al programa de Sonsoles Ónega. Y es que aunque no exista, por ahora, una confirmación oficial sobre la naturaleza de su relación, se apunta la posibilidad de que este hombre pueda ser el causante de devolver la sonrisa a la modelo.

Por el momento, la sevillana ha reaparecido en Instagram para aclarar, como decíamos, que no ha dado ninguna exclusiva a Lecturas -algo que la revista no ha vendido como tal en ningún momento-. "Es muy injusto que se haya hecho esto como si yo estuviese dando una exclusiva, cuando es mentira", ha afirmado en sus historias de la red social, y ha añadido: "Tengo mucha rabia e impotencia porque es mentira. No he hecho nada, no he hablado con nadie ni he contado nada". Más tarde, al borde del llanto, ha explicado: "Estoy muy enfadada. Es muy injusto porque no he dicho ni una palabra".