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Sara Carbonero, tras superar un cáncer, renuncia a estos alimentos para ella y sus hijos: "En casa no hay de eso"


Sara Tejada

Desde que en 2019 hiciera público su diagnóstico de cáncer de ovario, la vida Sara Carbonero Arévalo (Corral de Almaguer, Toledo, 3 de febrero de 1984), dio un giro profundo. La periodista decidió entonces reorganizar sus prioridades y centrarse en lo verdaderamente importante: su salud, su bienestar emocional y el cuidado de sus hijos. Aunque siempre se ha caracterizado por seguir un estilo de vida saludable, a raíz de su enfermedad ha incorporado cambios más estrictos en su alimentación y hábitos diarios. Tomamos nota.

Carbonero ha explicado recientemente con claridad cómo ha adaptado su dieta para mantenerse fuerte tanto física como mentalmente. "En cuanto a la alimentación, sí que la cuido mucho. Tengo muy claro que somos lo que comemos, y en casa no hay azúcar, cada vez menos lácteos, menos gluten y menos carne roja", confesaba la periodista. Su enfoque no solo se aplica a ella, sino que también lo extiende a la alimentación de sus hijos, Martín y Lucas, fruto de su relación con el exfutbolista Iker Casillas.

Alimentos prohibidos en su nevera

Lejos de modas pasajeras o tendencias extremas, Sara apuesta por una dieta centrada en productos naturales y frescos. En su despensa no tienen cabida el azúcar refinado ni los ultraprocesados, y prioriza alimentos que refuercen el sistema inmunológico. Su filosofía nutricional se basa en el consumo habitual de frutas, verduras, cereales integrales, pescado y carnes blancas, en combinación con infusiones, batidos naturales y especias con propiedades antioxidantes. Uno de los preparados más célebres de su rutina diaria es el llamado "zumo de Hulk", una bebida verde que ella misma compartió hace años en sus redes sociales. Está elaborado con pepino, cilantro, jengibre, manzana y kale, y según ha explicado, no solo le proporciona energía, sino que contribuye a mantener sus defensas fuertes. Además, sus propios hijos se han aficionado a este batido que se ha convertido en un símbolo de sus hábitos familiares.

Una rutina deportiva realista pero constante

Admite que no es una apasionada del deporte, pero reconoce que el ejercicio físico es un pilar fundamental en su bienestar. "Tendría que hacer mucho más deporte, la verdad… Tampoco voy a tirarme el pisto, porque soy perezosa. Aún no me ha picado el bicho del deporte, pero sí que me gusta mucho hacer pilates reformer, porque es lo que mejor me viene para el cuerpo: para estirar, tonificar y estilizar", aseguraba una reciente entrevista con la revista Women's Health. El pilates reformer, una modalidad que utiliza una máquina con muelles y poleas para realizar ejercicios de resistencia, se ha convertido en su disciplina preferida. Según comenta, también complementa esta práctica con ejercicios de fuerza y algo de cardio, especialmente consciente de que, con el paso de los años, es importante mantener el tono muscular y la movilidad. Esta pasión por el pilates reformer la comparte con su amiga y socia, la también periodista Isabel Jiménez. Aunque no lo practican juntas, Sara reconoce la constancia de su compañera: "Isabel es una crack. Cuando la conocí me dijo que llevaba como 15 o 16 años haciendo pilates. Es súper constante, por eso tiene ese cuerpazo. Es un deporte muy completo", explicaba.

A tener en cuenta

Respecto al cuidado estético, Carbonero es fiel a una rutina sencilla y natural. No es partidaria de tratamientos invasivos ni de excesivos retoques. "Claro que intento cuidarme, pero no hago mucha cosa. Tengo un dermatólogo muy bueno, y de vez en cuando me pongo vitamina C, ozono o plasma en la cara. Pero poco más, porque tengo pánico a las agujas", comentaba entre risas. Con un enfoque equilibrado entre lo físico y lo emocional, Sara Carbonero continúa enviando un mensaje de superación, autocuidado y bienestar consciente. Su estilo de vida no busca la perfección, sino el equilibrio, algo que, tras superar un cáncer, valora más que nunca.