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Carlos Marín: un libro explica el legado de Il Divo que conquistó el mundo y murió en silencio


Lucas del Barco

Un libro relata la carrera Il Divo y las circunstancias de su fallecimiento por covid a los 53 años. El 19 de diciembre de 2021, el mundo de la música recibió con estupor la noticia del fallecimiento de Carlos Marín, barítono español y miembro fundador del cuarteto Il Divo. Tenía apenas 53 años y murió en una unidad de cuidados intensivos en Mánchester, víctima de complicaciones derivadas del COVID-19. La pérdida fue doblemente impactante: por lo prematuro de su partida y por el contraste entre su proyección internacional y el relativo anonimato que mantenía en España. A pesar de haber vendido más de 30 millones de discos y de haberse presentado en escenarios tan prestigiosos como el Madison Square Garden o La Scala de Milán, en su país natal muchos lo conocían simplemente como "el español de Il Divo".

Su historia, contada por el periodista musical Miguel Ángel Bargueño en el libro Carlos Marín. El divo (Libros Cúpula), recupera la vida y carrera de un artista que hizo del mundo su escenario y que falleció en soledad, lejos de casa y de sus seres queridos. Bargueño describe al artista como el cantante español más internacional en el ámbito del pop lírico después de Julio e incluso Enrique Iglesias.

Carlos Marín nació en 1968 en Rüsselsheim, Alemania, donde sus padres, emigrantes españoles, se habían trasladado por motivos familiares. Aunque solo ostentó la nacionalidad española, su infancia transcurrió en Alemania hasta que regresó a Madrid a los 12 años. Allí estudió en el Real Conservatorio y, gracias a su potente voz de barítono, se ganó pronto el apodo de "el pequeño Caruso". Inició su carrera artística con discos como Carlito, y participó en óperas y musicales de renombre como La Traviata, Los Miserables y El Hombre de La Mancha.

Pero fue en los años 2000 cuando su vida cambió radicalmente. Simon Cowell, famoso productor británico y creador de formatos como Factor X o Got Talent, ideó un grupo que combinara la estética de las boy bands con el virtuosismo vocal de Los Tres Tenores. El resultado fue Il Divo. Marín, tras presentarse a un casting en Suiza, fue el primer elegido y pronto se convirtió en el líder indiscutible del cuarteto. Junto a Urs Bühler (Suiza), David Miller (EE. UU.) y Sébastien Izambard (Francia), conformaron un grupo que rompió moldes: hombres maduros, con formación lírica, vestidos con esmoquin y repertorio pop orquestado al estilo clásico.

El debut discográfico de Il Divo en 2004 fue arrollador, gracias sobre todo a Regresa a mí, una adaptación en español del clásico de Toni Braxton. El grupo triunfó primero en el Reino Unido y luego en Japón, Estados Unidos, Australia y Latinoamérica. Paradójicamente, España siempre fue un mercado esquivo para ellos. Bargueño apunta que su estilo híbrido no encajaba ni en las listas de pop ni en los circuitos de música clásica, lo que complicó su promoción local. Aun así, figuras internacionales como Céline Dion, Antonio Banderas y hasta la reina Isabel II reconocieron el talento del barítono español. Incluso Julio Iglesias expresó su pesar por la pérdida: "Tu recuerdo quedará grabado en mi alma. Hasta siempre, campeón".

En el plano personal, Marín mantuvo una relación con la cantante hispanofrancesa Geraldine Larrosa, conocida artísticamente como Innocence. Se casaron en Disneyland California y, aunque se separaron en 2009, Larrosa ha participado en el libro con emotivos testimonios sobre su exmarido.

Tras varios años de éxito, Il Divo se desligó de Simon Cowell, y Carlos inició una exitosa carrera en solitario. Sin embargo, en diciembre de 2019, durante una gira en Estados Unidos, comenzó a sentir los primeros síntomas de lo que más tarde se identificaría como COVID-19. En aquel entonces, el virus era todavía un misterio fuera de Asia. Los médicos diagnosticaron neumonía y le recetaron un antibiótico con efectos secundarios severos, que lo dejaron en silla de ruedas por tres meses. Pese a su recuperación parcial, en diciembre de 2021 volvió a enfermar. Se encontraba de gira en Mánchester cuando la variante delta del virus lo golpeó con fuerza.

Marín ingresó al hospital y fue trasladado a la UCI. En videollamadas tranquilizaba a su madre desde la cama, asegurando que pronto estaría bien. Pero el virus había causado daños severos: se le detectó una fisura pulmonar y su estado empeoró rápidamente. Rechazó inicialmente la intubación por temor a dañar su voz. Finalmente, fue inevitable. Su hermana Rosie viajó para estar con él en sus últimos momentos. Pudo cogerle la mano y decirle que lo quería, pero Carlos murió en soledad, lejos de casa.

El funeral se celebró en Madrid, pero ni sus compañeros de Il Divo ni Simon Cowell asistieron. Emitieron comunicados de condolencias y, poco después, anunciaron una nueva gira con el título Greatest Hits Tour. Special Tribute to Carlos Marín, con el barítono Steven Labrie como artista invitado y eventual sustituto. La maquinaria debía continuar.