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Exclusiva: Isabel Preysler, encerrada en su casa de Puerta de Hierro durante esta Semana Santa marcada por el recuerdo de Vargas Llosa


Informalia

La relación entre los dos no acabó bien con aquel estallido público de la reina de corazones hablando de escenas de celos infundados por parte de Mario Vargas Llosa. El literato volvió entonces a su casa del centro de Madrid y, al mismo tiempo, se fue conociendo su acercamiento a Patricia Llosa, su prima hermana y la madre de sus tres hijos. La misma a la que ocho años atrás, en 2015, había dejado por Isabel Preysler y nada más celebrar sus cincuenta años de casados.

Desde su muerte este domingo 13 de abril, el atronador silencio de la madre de Tamara Falcó es protagonista. Informalia, atendiendo a fuentes muy solventes, sabe que Isabel no se encuentra fuera por Semana Santa, como así asegura su revista de cabecera. Al menos hasta este Miércoles Santo. La madre de Tamara Falcó se refugia estos días en su mansión de Puerta de Hierro, la cual no ha abandonado en ningún momento. Otra cosa es que interese que no se sepa.

Y en la mansión la acompaña su hijo Julio José Iglesias Jr. Junto a Ana Boyer protagonizó hace unos días una entrañable foto con su hermana Tamara. Una imagen que llegó pocas horas antes de que los hijos de Mario Vargas Llosa anunciaran la muerte del Premio Nobel de Literatura a los 89 años.

Beatriz Cortázar, para este portal, ya habló de lo que hay detrás del significativo silencio de Preysler durante estos días. La periodista aseguró que la muerte del escritor no fue una sorpresa en su círculo, pues todos sabían de la gravedad de su situación. Incluso la mismísima Isabel tenía esa información. Encerrada en Puerta de Hierro, ahora se mantiene en silencio y sin protagonizar titulares que centren la atención en ella, como así hizo a finales de 2022 cuando, de forma sorprendente y un Día de los Santos Inocentes, anunció el final de su relación. Sabe que su lugar, ahora, está fuera de las cámaras. Un silencio que es respetuoso pero que también dice más por lo que calla.

En Lima, en cambio, ya se celebró este martes el funeral por el escritor. El último adiós fue tal y como él deseaba: discreto y sencillo. Así lo trasladó la familia, que también ha manifestado su negativa a organizar homenajes póstumos. Los restos mortales del autor de La ciudad y los perros, fallecido a los 89 años por una neumonía, fueron velados en su domicilio de Lima y posteriormente trasladados al Centro Funerario y Crematorio del Ejército de Chorrillos, donde fueron incinerados. Sus hijos fueron los encargados de recoger sus cenizas mientras su esposa, Patricia Llosa, esperaba en la calle junto a otros familiares.