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Pedro Sánchez acude al tanatorio tras el Consejo de Ministros para despedir a Marisa Paredes


Informalia

El fallecimiento de Marisa Paredes, una de las grandes damas del cine español, ha causado una profunda conmoción en el mundo cultural y entre sus allegados. La actriz madrileña, conocida por su talento, carisma y compromiso, se encontraba en plena actividad profesional, con varios proyectos en marcha, cuando un fallo cardíaco fulminante terminó con su vida.

El primero en llegar al tanatorio de San Isidro, donde se están velando los restos mortales de Paredes, fue su viudo, Chema Prado, quien confirmó la causa del fallecimiento y agradeció las muestras de cariño recibidas. Más tarde, se presentó Fernando Méndez-Leite, actual director de la Academia de Cine, quien quiso honrar la memoria de quien fue presidenta de esta institución entre 2000 y 2003. Recordemos que Marisa Paredes dejó una huella imborrable en el cine español, siendo galardonada con el Premio Nacional de Cinematografía en 1996 y el Goya de Honor en 2018.

A lo largo de la jornada, el tanatorio se llenó de figuras destacadas de la cultura y el cine que acudieron a despedirse de esta leyenda. Entre los primeros en llegar estuvo el actor vasco Unax Ugalde, quien compartió rodaje con Paredes en Frío sol de invierno.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acudió al tanatorio tras finalizar el Consejo de Ministros, un gesto que subraya la relevancia cultural de Marisa Paredes en España.

Por la tarde, la única hija de la actriz, María Isasi-Isasmendi, visiblemente afectada, salió a dirigirse a los medios. "Mi madre era una diosa y pertenecía a todos", declaró con emoción, mientras agradecía las muestras de cariño recibidas: "Ella le pertenece a todo el mundo, es vuestra y vuestra será siempre. Mañana estará donde tenía que estar, en su Teatro Español, en la Plaza de Santa Ana donde nació".

María también recordó con ternura la última vez que vio a su madre, el pasado domingo, cuando Marisa Paredes asistió a una función de Luces de bohemia, obra en la que trabaja su hija.

La despedida a Marisa Paredes no solo se ha convertido en un momento de luto, sino también en un homenaje colectivo a una de las figuras más queridas y respetadas de la cultura española. Mañana, su legado será honrado en el Teatro Español, un lugar que simboliza el corazón artístico de Madrid y el amor eterno que el público le profesará siempre.