Beatriz Cortázar opina de Ana Obregón tras su nueva portada: "La niña no tiene ni idea de la que le espera"
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Beatriz Cortázar
La semana del corazón ha sido como un popurrí de canciones del verano. De todo un poco pero de lo bueno nada. Vuelven los clásicos y aunque ya estamos a finales de agosto, Ana Obregón no ha podido reprimirse y ha posado con su hija Anita en un amplísimo reportaje con todo lujo de vestuario. La actriz dice que cede el testigo a su pequeñaja pero la verdad es que la niña además de ser una monada no tiene ni idea de la que le espera.
Entender la alegría de Ana es comprender que ha encontrado en su nieta el motivo para sobrevivir, pero conocer a Ana es también saber que no puede estar alejada de los focos. Mira que lo intenta y seguro que hasta lo piensa muchas noches como otras (yo misma) piensan que al día siguiente van a ir al gimnasio y no van a tomar hidratos. Son buenos propósitos que a la hora de la verdad se los lleva el viento.
Obregón tiene su particular adicción al foco, y a pesar de que en los últimos meses no la habíamos visto, ni en actos sociales ni en trabajos televisivos, no podía pasar un verano sin un posado en ¡Hola! donde han tenido su particular berrinche de fin de temporada estival. Y no lo digo por la exclusiva de Obregón sino porque esta semana se lanzan con la noticia de la ruptura del romance entre Sara Carbonero y el músico Nacho Taboada y en menos que canta un gallo se han encontrado con el desmentido de la propia Sara.
Cuando uno lee una noticia de este calibre siempre piensa que es como el BOE y que no hay lugar al error. Pero ha vuelto a pasar. Sara Carbonero ha hablado con algunos medios (Gema López en Espejo Público) para aclarar que su relación con Taboada sigue y ha dejado a ¡Hola! con la misma cara que se quedó hace dos años cuando sacaron la portada del compromiso de boda del juez Santiago Pedraz y la viuda del marqués de Griñón, Esther Doña, y no duró ni cinco minutos en el kiosco sin que hubiera un desmentido de ese compromiso por parte del propio Pedraz.
Está claro que a todo el mundo le meten un gol pero siempre duele como si fuera la primera vez. No es un posado, pero si es un baño con todas las de la ley, el que se da Nuria Roca en la playa junto a su marido Juan del Val y sus hijos. Es la revista Diez Minutos la que se encarga de ilustrar su portada con el cuerpo serrano en biquini de la presentadora valenciana a quien me da que no le habrá hecho mucha gracia verse de tal guisa y eso que le han cuidado y retocado las fotos. Qué menos. Ya que te sacan sin previo aviso, al menos que te cuiden la imagen y de paso que te arreglen un poco el cuerpo. Total, todo el mundo va a cotillear a ver cómo estás y por lo menos que no se ceben con una imagen en la que no da tiempo ni a meter tripa. Pero vamos, al margen del 'robado' playero se ve que Nuria está feliz, que se lo ha pasado pipa, que vuelve al trabajo con ganas y encima que sigue enamorada de su marido.
Me imagino que el resto de la historia le importará lo mismo que a María José Suárez en este momento la vida de Álvaro Muñoz Escassi. La sevillana me asegura que no está enamorada ni siquiera ilusionada del amigo con el que aparece retratada esta semana pero bueno todo es cuestión de empezar. Los que tienen enganchados a medio Instagram son los protagonistas de la última boda del verano, el periodista Antonio Rossi y su ya marido Hugo Fuertes. Todas las revistas se hacen eco de su boda madrileña con más de 200 invitados y la luna de miel que están celebrando en Colombia con todo lujo de vídeos, al más puro estilo pasión de gavilanes. Todos mis amigos gays están como locos con sus historias y esos cuerpos musculados les tienen totalmente derretidos. La felicidad y la testosterona siempre hacen un buen cóctel.
Este verano está siendo especialmente trágico y la semana también ha sido negra para Norma Duval y su familia. El suicidio de su sobrino, el hijo mayor de su difunta hermana Carla, ha sido el golpe que nadie esperaba. Es la revista Semana, quien sacan en portada a una Norma vestida de luto y destrozada , pero siempre pendiente de sus sobrinas, que a pesar de su juventud, ya han perdido a su madre, a su padre, y ahora a su hermano mayor, quien acababa de ser padre de un bebé. Durísimos momentos que de nuevo sacan a la luz la fortaleza de una Norma que nunca dejará de sorprenderme.
La verdad es que el drama de Sofía Suescun, su madre y su novio me trae al pairo. Por mí como si se despellejan vivos que ya lo hacen y además cobran. Al final aquí hay más de monetizar el drama que de un problema familiar. Allá cada cual pero ya se sabe que el dinero fácil al final se usa para medicinas.
Y una cosa tengo clara: la semana del corazón nos deja sin la foto más buscada del verano y que no es otra que las vacaciones privadas de los reyes y sus hijas. No hay imagen de la familia pero si sabemos lo que han hecho y dónde. Ha sido la periodista Ana Mateu en la crónica Rosa de EsRadio quien ha desvelado como el rey Felipe, después de estar en los Juegos Olímpicos de París tenía un avión con destino a Grecia al igual que otro vuelo salió de Palma de Mallorca con mismo destino tras el posado de Letizia con sus hijas y la reina Sofía en una calurosa tarde que casi le cuesta un desmayo a la Emérita.
Está visto que el lado griego del rey Felipe siempre asoma en los veranos. No es la primera vez que los reyes pasan en las islas griegas sus vacaciones privadas con la fortuna de que hasta el día de hoy no han transcendido imágenes de esos días de barco y relax. Siempre se ha dicho que Felipe era el ojito derecho de su madre y también que es mucho más parecido a ella en carácter que a su padre el rey Juan Carlos. Reivindicar su lado helénico, aunque solo sea para unos días de verano tiene su lógica. A fin de cuentas es un Borbón y Grecia. Y para compensar esa falta de foto los reyes nada más aterrizar en Madrid salieron a cenar a una marisquería al lado del Palacio Real y se 'dejaron' ver, que ya se sabe que cuando uno no quiere no sale en la foto.