Casas Reales
Pilar Eyre también habla del "cortejo" de Macron a Kate Middleton: "Eleva la autoestima saber que un hombre atractivo te desea"
- Fue durante la cena de gala que los reyes Carlos III y Camila ofrecieron la semana pasada al presidente francés y su mujer, Brigitte, en el Castillo de Windsor
- Las redes sentencian el guiño de Emmanuel Macron a Kate Middleton en el brindis de la cena de gala: "Una grosería"
Informalia
La cena de gala que los reyes Carlos III y Camila ofrecieron la semana pasada a Emmanuel Macron y su mujer, Brigitte, en el Castillo de Windsor dio para mucho. En el momento del brindis, los anfitriones y sus invitados franceses alzaron sus copas. Justo en ese instante las cámaras de los gráficos captaron el guiño que el presidente de Francia le lanzó a Kate Middleton. Un gesto que fue muy comentado en redes sociales y del que ahora también opina Pilar Eyre, resaltando la complicidad entre ambos y especialmente "el cortejo" de Emmanuel Macron a la princesa de Gales. "Lo que se ha comentado en más medios, tanto ingleses como franceses, ha sido ese brindis mirándose a los ojos, incluido guiño picarón y cómplice por parte de Macron, y su actitud rendida en general ante la espectacular princesa de Gales", comenta.
La periodista experta en Casas Reales examina, tras ver el primer plano de las imágenes destacado en la television francesa: "El espectador solo atendía a esa imagen gigantesca en la que el presidente francés se comportaba como un hombre y no como un político delante de la encantadora princesa inglesa", escribe este miércoles en su blog de Lecturas.
Y a continuación, la catalana entra en más detalles: "No fue el único gesto cariñoso en la cena de gala (....) Macron pasó olímpicamente de su anfitrión, el rey de Inglaterra, sentado a su derecha, que con todos sus entorchados, medallas y espada al cinto no sabía qué hacer y observaba con cierta melancolía el contenido de su plato, para sacar pecho delante de la única destinataria de sus atenciones: Kate, que se sentaba a su izquierda".
La periodista analizó con lupa cada uno de los detalles de la velada: "Primero Macron le apartó galantemente la silla para que se sentara, y se quedó un rato detrás de ella con las manos apoyadas en el respaldo, muy concentrado, con las aletas de su nariz moviéndose nerviosamente, como tomando fuerzas".
Y a continuación, explica: "Y después se sentó y ya fue un no parar de susurros y confidencias, la princesa tenía que agachar la cabeza, ya que incluso sentada se la veía bastante más alta que el presidente, y así, con las frentes juntas, parecían musitar intimidades como si estuvieran solos en el mundo, únicamente interrumpidas por alguna discreta carcajada de Kate. Cada vez que se reía, Macron entrecerraba los ojos sin poder ocultar su emoción".
Sobre Guillemo de Inglaterra y la mujer del presidente francés, la periodista también dice: "Delante de ellos el soso de Guillermo, tristón y rubicundo, intercambiaba vagos comentarios con una Brigitte Macron que apenas le hacía caso ya que observaba con profunda indignación el comportamiento de su marido. ¡Y porque la mesa era ancha y la distancia demasiado grande, si no, seguro que le hubiera propinado una buena patada bajo la mesa!".
Eyre también recuerda el momento viral que protagonizaron Macron y su esposa días antes de esta cena, el cual fue muy comentado en redes y televisiones: "Con Brigitte las cosas no están bien. Acordémonos del manotazo que le propinó a su llegada a Vietnam. También en la escalerilla del avión, en Londres, tuvieron un rifirrafe porque Macron quería ayudarle a bajar y ella se negó –esto me recuerda una escena parecida entre Juan Carlos y Sofía en la catedral de Santiago– y la actitud entre ambos fue bastante tensa en todo el viaje. Cuando fueron a visitar al primer ministro en Downing Street tuvieron una pelea delante de los fotógrafos".
Y la periodista sentencia: "En los actos posteriores en los que ha participado Kate, Wimbledon, por ejemplo, se la ha visto particularmente contenta, porque no hay nada que eleve más la autoestima que saber que un hombre atractivo te desea. Cuando su suegra Lady Di estuvo en Mallorca contó después a su guardaespaldas con emoción que el rey Juan Carlos había intentado ligar con ella. My god, estos latinos…".