Casas Reales
Carlos III y la preocupante alerta sobre Sandringham House: nuevas medidas de protección por un motivo de peso
Informalia
Las autoridades responsables de proteger a la familia real se han visto de nuevo obligadas a reforzar la seguridad, esta vez en las inmediaciones de la residencia de Sandringham, en Norfolk, tras detectar la presencia de drones no autorizados sobrevolando la zona.
Por este motivo, y según informa el medio británico The Mirror, la residencia de campo del monarca británico ha quedado blindada por aire tras la aprobación de una orden que establece una zona de exclusión aérea en los alrededores de la finca real.
Esta medida prohíbe el vuelo de cualquier aeronave —incluidos drones recreativos— sin autorización expresa, y tiene como objetivo impedir posibles actos de espionaje, acoso o riesgos para la seguridad del rey y su entorno más cercano.
"La orden de zona de exclusión aérea se ha aprobado para la seguridad de los miembros de la Familia Real y otros dignatarios que se alojan o visitan Sandringham House", ha explicado la Casa Real británica en un comunicado oficial.
Las alertas se dispararon el pasado mes de marzo durante la visita del presidente ucraniano Volodímir Zelenski a Reino Unido. En aquella ocasión, Zelenski se reunió con el rey Carlos III en Sandringham y fue durante ese encuentro cuando se avistó un dron sobrevolando la zona.
Según un informe policial, el dron era dirigido desde un coche estacionado en las inmediaciones de la finca. Además, se comprobó que los aparatos no pertenecían a los cuerpos encargados de velar por la seguridad de la realeza, lo que ha llevado a las autoridades a atajar el asunto de raíz.