Bélgica.- El primer ministro belga podría verse obligado a dimitir por interferir en la venta de Fortis
BRUSELAS, 18 (EUROPA PRESS)
A pesar de que Leterme reconoció ayer en una comparecencia parlamentaria que un miembro de su gabinete contactó varias veces con el marido de Christine Schurmans, una de las jueces del Tribunal de Apelación que estudiaban la querella de los accionistas minoritarios de FORTIS (FORA.AM) el primer ministro belga ha negado estar implicado en ningún soborno ni que haya violado el principio de separación de poderes.
Sin embargo, una carta escrita por el propio Leterme, dirigida al ministro de Justicia, Jo Vandeurzen, pone en entredicho su inocencia. En la misiva, remitida hoy por el primer presidente del Tribunal de Casación belga, máxima institución judicial del país, Ghislain Londers, al presidente de la Cámara de Diputados belga, Herman Van Rompuy, Leterme reconoce que el Gobierno belga "ha hecho todo lo posible para que la orden de la Cámara 18 del Tribunal de Apelación no se pronunciara" de manera negativa sobre la venta parcial de Fortis.
La cadena de televisión 'VRT' asegura por su parte que sólo la cabeza de Leterme está en peligro y que los titulares de Justicia y Economía, Jo Vandeuerzen y Didier Reynders, respectivamente, podrían quedar al margen de esta polémica y no verse obligados también a dimitir por su presunto conocimiento de las maniobras del Gobierno para asegurar el apoyo de la Justicia a la venta parcial de la entidad financiera.
Los nombres del presidente de la Cámara de Diputados, Herman Van Rompuy, y de la presidenta del partido de Leterme (CD&V, democristianos), circulan en la prensa belga como posibles sustitutos de Leterme, aunque se trata de especulaciones por el momento, según informa el semanario belga 'Vif L'Express'.
La Cámara de Diputados belga celebra esta tarde una sesión de interpelación al Gobierno donde los diputados belgas esperan abordar, en presencia de Leterme, el contenido de su carta, dada a conocer por el primer presidente del Tribunal de Casación.
El Gobierno belga acudió a dicho tribunal para que ésta instancia avalara el procedimiento utilizado en contra de la opinión del Tribunal de Apelación de Bruselas, después de que ésta corte dictara previamente a favor de los pequeños accionistas de Fortis, que recurrieron su venta parcial, al considerar que dicha venta no siguió el procedimiento adecuado y no debió permitirse en dichos términos.
Una dimisión de Leterme abocaría a Bélgica a una nueva crisis institucional ya que el primer ministro tardó nueve meses en gestar la actual coalición en el poder desde marzo pasado, tras las elecciones legislativas del pasado junio de 2007. La actual coalición gubernamental está integrada por los flamencos democristianos (CD&V) y liberales (VLD) y por los francófonos liberales (MR), socialistas (PS) y socialcristianos humanistas (CDH).