El Estado Islámico ataca una planta energética en Hasaka, en noreste de Siria
La televisión estatal dijo que se evitó un segundo ataque, contra la planta energética que da servicio a los distritos sur de la ciudad, pero que el primero causó "daños materiales" y "víctimas". No aportó más detalles.
Milicianos ultrarradicales continúan perpetrando ataques relámpago dentro de la ciudad, aunque fueron expulsados de algunos distritos después de fracasar una gran ofensiva el mes pasado. Esa ofensiva pretendía capturar la capital de la provincia, productora de petróleo y cereales.
La ciudad está dividida en zonas gestionadas de forma separada por el Gobierno del presidente Bashar el Asad y la administración kurda.
La ofensiva tenía como objetivo aliviar la presión sobre el EI, que ha cedido bastante terreno recientemente a los kurdos y algunas tribus árabes que les respaldan. Los milicianos perdieron poblaciones alrededor de Ras Al Ayn y la ciudad de Tal Abyad, al noroeste de Hasaka junto a la frontera turca.
El extremo nororiental de Siria es importante estratégicamente porque une las zonas controladas por el Estado Islámico en Siria e Irak. Los kurdos sirios también han tratado de ampliar su control territorial en una región que abarca desde Kobani a Qamishili, que consideran parte de un futuro estado kurdo.