Obama pide al Congreso 3.700 millones de dólares para frenar la inmigración
WASHINGTON (Reuters) - La Casa Blanca pidió el martes al Congreso de Estados Unidos 3.700 millones de dólares (más de 2.700 millones de euros) para gestionar la llegada al país de una ola de menores de edad indocumentados procedentes de centroamérica, que está afectando a los recursos públicos y causando dolores de cabeza al presidente Barack Obama.
Se trata de la respuesta más sustancial hasta ahora de Obama, a quien le está costando controlar la crisis humanitaria a lo largo de la frontera entre Texas y México.
El dinero, solicitado en concepto de gastos de emergencia, se destinaría tanto a pagar asistencia a los niños como a acelerar la vuelta a sus países de origen.
La petición de fondos pondrá a prueba la capacidad de Obama para negociar de manera efectiva con los legisladores republicanos, quienes han bloqueado gran parte de su agenda de cara a las elecciones de noviembre en las que esperan retomar el control del Senado.
Obama se comprometió a devolver rápidamente a sus países de origen a las decenas de miles de niños menores de 18 años que han entrado en masa en Estados Unidos en los últimos meses. Muchos de ellos están huyendo de la extrema pobreza, de bandas criminales y de la violencia relacionada con el narcotráfico.
Con esa iniciativa, el mandatario se arriesga a perder la confianza de sus aliados latinos en Estados Unidos, que pretenden que actúe flexibilizando - y no endureciendo - las reglas de inmigración.
Buscando que la petición a los legisladores sea más aceptable en términos políticos, la Casa Blanca sumó otros 615 millones de dólares que reclama con urgencia para ayudar a combatir los incendios forestales típicos del verano, que han estado afectando a los estados del oeste del país.
Esto lleva el total de fondos solicitados a 4.315 millones de dólares, una cifra que algunos republicanos probablemente se negarán a ceder sin recortes presupuestarios en otras áreas.
Responsables de la Casa Blanca que dieron una rueda de prensa dijeron que la mayor parte de esos fondos, 1.800 millones de dólares, irían al Departamento de Salud y Servicios Humanos para que brinde cuidados adecuados a los niños mientras permanecen en custodia en Estados Unidos.
Otros 1.100 millones de dólares se destinarían al Departamento de Seguridad Nacional para pagar el transporte de los niños, ampliar las investigaciones sobre las pandillas que tramitan las inmigraciones ilegales y el pago de la detención y deportación de adultos indocumentados que viajan con niños.
Además, 433 millones de dólares se invertirían en aumentar la seguridad en la frontera, incluidos aumentos en los controles por aire. El Departamento de Justicia recibiría 64 millones de dólares para contratar alrededor de 40 jueces especializados en inmigración que agilicen los procesos de deportación.
Finalmente, 300 millones de dólares se destinarían al Departamento de Estado para pagar la repatriación y reintegración de los inmigrantes en sus países de origen y para "ayudar a los gobiernos en la región a controlar mejor sus fronteras", dijo la Casa Blanca.
(Información adicional de Mark Felsenthal y Jeff Mason; Traducido por Teresa Medrano en la Redacción de Madrid)