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Lonmin retoma el trabajo en su mina sudafricana tras los choques



    MARIKANA, Sudáfrica (Reuters) - En torno a un tercio de los trabajadores volvieron el lunes a la mina de platino Marikana, en Sudáfrica, reanudando las operaciones en el lugar donde 34 mineros en huelga murieron a manos de la policía en enfrentamientos la semana pasada, en una jornada de violencia que hizo recordar la época del Apartheid.

    La propietaria de la mina, Lonmin, ha amenazado a unos 3.000 empleados en huelga con el despido si no aparecen en Marikana, que se encuentra unos 100 kilómetros al norte de Johannesburgo, y donde mineros armados con lanzas, machetes y armas de fuego murieron el jueves bajo el fuego policial.

    Otras 10 personas murieron antes en otros episodios de violencia, incluyendo al representante gremial del Sindicato Nacional de Mineros (NUM, por sus siglas en inglés), el mayor del país, que murió a hachazos, cuando una disputa entre sindicatos mineros se volvió letal.

    Los trabajadores en huelga se reunieron el lunes cerca de los campos salpicados de basura y la desierta colina donde se congregaron hace una semana. Muchos decían no estar dispuestos a volver al trabajo.

    "Trabajas muy duro por muy poca paga. Es casi como la muerte", dijo un minero en huelga que sólo quiso dar su nombre de pila, Thulani.

    Lonmin dijo que aún no tiene trabajadores suficientes en sus puestos para producir, y miembros del pequeño sindicato Solidaridad de trabajadores de alta cualificación dijeron que hace falta contar con al menos el 80 por ciento de la plantilla para sacar platino de los pozos.

    La violencia comenzó como una lucha por los afiliados entre el NUM y el sindicato emergente Asociación de Mineros y la Construcción, que ha acusado a su rival de preocuparse más por la política y el enriquecimiento personal que por los trabajadores.

    Lonmin dijo en un comunicado que la actividad se había reanudado y que ampliaba del lunes al martes la fecha límite para que los empleados vuelvan a la mina, donde trabajan 28.0000 personas.

    Un portavoz del presidente del país, Jacob Zuma, que ha declarado una semana de luto, dijo que un comité ministerial nombrado por el mandatario había llegado al lugar para asistir a las familias y la comunidad afectadas por los enfrentamientos.

    ACUSACIONES DE ASESINATO

    Más de 250 personas han empezado a comparecer ante el tribunal cerca de la mina para enfrentarse a cargos como el de asesinato, intento de asesinato y agresión, en relación con el incidente de seguridad con más muertos registrado desde el final del 'apartheid' en 1994.

    Unas 100 mujeres se presentaron frente al tribunal para pedir indulgencia para los hombres que a menudo son el único sostén de familias numerosas y que luchan por llegar a fin de mes con escasos salarios.

    NUM ha dicho que su pelea con el sindicato AMCU, considerado el impulsor de la huelga de Lonmin, podría extenderse, amenazando con un revés para las relaciones laborales en Sudáfrica.

    Esto podría afectar los niveles de inversión en el país, lo que causaría un menor crecimiento económico y un deterioro del balance fiscal en la mayor economía de África.

    Cientos de policías acamparon en los alrededores de la mina, patrullando en pequeñas caravanas de vehículos y realizando vigilancia aérea en helicópteros.

    Las banderas ondeaban a media asta para recordar a los muertos, entre los que hubo mineros y policías.

    "Lo que ha pasado aquí ha sido una tragedia, y sanar el dolor y la ira a los que ha llevado llevará su tiempo", dijo Mark Munroe, vicepresidente ejecutivo de minería en Lonmin.