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Benedicto XVI llega a Alemania rodeado de polémica
La visita que el Papa Benedicto XVI comienza hoy a su tierra natal, Alemania, está rodeada de polémica, debido a las recientes denuncias protagonizadas por víctimas de abusos sexuales por algunos miembros de la Iglesia en el país.
Benedicto XVI ha asegurado que su viaje tiene como objetivo "tratar de conseguir que Dios vuelva a nuestro punto de vista", por lo que tiene intención de reunirse con representantes de varias religiones, en especial con la Iglesia Evangélica.
Esta reunión tendrá lugar en el Monasterio Augustino de Erfurt, donde vivió Lutero en los años en los que aún pertenecía a la Iglesia católica. Se espera que el Papa lleve a cabo un discurso relacionado con su figura, que también tendrá consecuencias teológicas.
Estos encuentros tendrán grandes repercusiones, puesto que la población alemana está dividida entre las dos iglesias, a pesar de que en 2010 el número de católicos disminuyó debido al elevado número de casos de pederastia que fueron desvelados.
Víctimas de abusos
La polémica principal de la visita de Benedicto XVI a Alemania bien representada precisamente por estas denuncias presentadas por familiares y afectados por la pederastia dentro de las instituciones religiosas, que se oponen a su presencia en el país.
"Puedo comprender que frente a tales informes, la gente, especialmente los allegados a las víctimas, digan 'ésta ya no es más mi Iglesia'", comentó. También afirmó que la pederastia "es un crimen".
En declaraciones a los periodistas que lo acompañaban a bordo del avión en que viajó a Berlín, Benedicto XVI aclaró además que no tenía nada "en contra de las protestas que se expresan de manera civilizada". "Es normal en una sociedad libre marcada por una fuerte secularización", dijo el Papa, antes de agregar: "Respeto a quienes se expresan".
Manifestación contra la visita del Papa
A los grupos de católicos que se han opuesto a la visita del Papa se han unido varios diputados del Bundestag, donde Benedicto XVI dará un discurso, que han rechazado su presencia en la sala como modo de protesta contra la Iglesia, por lo que se unirán a la manifestación, con ciertos tintes de carnaval, que se celebrará en las próximas horas.
Así mismo, las protestas han llegado hasta el mismo seno de la institución, puesto que varios sacerdotes se han unido también para reclamar reformas en el seno de la Iglesia Católica.
"No he venido aquí fundamentalmente debido a determinados intereses políticos o económicos, como hacen otros hombres de Estado, sino para ver a las personas y hablar de Dios", aclaró el sumo pontífice en su primer discurso, en el Castillo Bellevue de Berlín, donde fue recibido por el presidente de la República, Christian Wulff, con los honores militares."En lo que respecta a la religión, asistimos a una creciente indiferencia en la sociedad que, en sus decisiones, considera la cuestión de la verdad más bien como un obstáculo, y dando por el contrario la prioridad a las consideraciones utilitaristas", advirtió.