Obama promete una respuesta nacional al tornado de Missouri
"Vamos a estar aquí mucho después que las cámaras se vayan", dijo, y se refería al apoyo federal para los esfuerzos de reconstrucción que predijo que sería "un camino duro y largo".
Obama, que regresó el sábado por la noche de un viaje de seis días a Europa, visitó el lugar del desastre donde coches aplastados, pilas de madera, ropas y un lavavajillas roto yacían desordenados entre los escombros en lotes donde una vez hubo casas.
El tornado del 22 de mayo fue el más letal de Estados Unidos desde 1947. Mató al menos a 139 personas e hirió a más de 900.
El tornado azotó Joplin, una ciudad de 50.000 habitantes en el suroeste de Missouri, y dejó una estela de destrucción de casi 1,6 kilómetros, y dañó cerca de 8.000 construcciones.
De pie en medio de los escombros, Obama dijo a periodistas que después de reunirse con supervivientes había escuchado algunas "historias desgarradoras" pero también algunas "milagrosas".
Indicó que había hablado con un hombre de 85 años que acababa de sacar un pastel de pollo del horno cuando la tormenta se acercaba.
"Se metió dentro del armario y salió sin un rasguño", señaló Obama.
El presidente logró una visión amplia de los daños desde el avión antes de aterrizar. Iba acompañado en la visita por el gobernador de Missouri, Jay Nixon, un demócrata, y la senadora demócrata Claire McCaskill.
Obama, que fue a hablar a un servicio en memoria de las víctimas en un auditorio de la Universidad del Estado Meridional de Missouri, sólo a algunos kilómetros del lugar donde se registraron los peores daños, prometió cortar cualquier burocracia federal para ayudar en la reconstrucción.
"Esta es una tragedia nacional", indicó.