Strauss-Kahn, presionado desde la cárcel para que dimita
China, Brasil y Sudáfrica cuestionaron el derecho de Europa a ocupar el cargo, pero los europeos dijeron que era lógico que mantuvieran el puesto mientras el Fondo Monetario Internacional desempeñara un papel tan crucial para ayudar a aliviar la crisis de deuda de la zona euro.
Strauss-Kahn seguirá en la cárcel neoyorquina de Rikers Island, conocida por su peligrosidad, al menos hasta su próxima comparecencia en un tribunal el viernes, cuando sus abogados podrían pedir de nuevo una fianza, que le fue denegada el lunes.
Podrían pasar seis meses antes del inicio de cualquier juicio, según expertos legales, lo que afectaría seriamente a su capacidad para dirigir el Fondo.
El FMI dijo que no había estado en contacto con Strauss-Kahn desde su arresto, pero sería importante hacerlo "a su debido tiempo". Dos fuentes del FMI dijeron a Reuters que la junta preguntaría a Strauss-Kahn si planeaba seguir en su puesto.
Una fuente dijo que sería ideal que Strauss-Kahn renunciase, pese a que la segunda señaló que ese sentimiento no era compartido por todos en la junta de 24 países miembros, que tiene autoridad para cesarle.
Strauss-Kahn está acusado de intentar violar a una empleada que acudió a limpiar su lujosa suite en el hotel Sofitel en Manhattan el sábado. Su abogado ha dicho que se declarará no culpable. Si es condenado podría afrontar 25 años de prisión.
En Estados Unidos, el mayor accionista del FMI, algunos políticos empezaron a cuestionar la viabilidad de su permanencia al frente de la institución encargada de gestionar la economía mundial y que es crucial para negociar los acuerdos de crisis de deuda.
"No puedo hacer comentarios sobre el caso, pero es obvio que él no está en una posición como para dirigir el FMI", dijo el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner.
John Lipsky, el número dos de la institución, está al mando durante la ausencia de Strauss-Kahn, pero no se ha nombrado un jefe interino formal. Fuentes del FMI dijeron a Reuters que David Lipton, asesor de economía internacional de la Casa Blanca y ex vicesecretario del Tesoro, asumiría el cargo de Lipsky.
El arresto de Strauss-Kahn ha conmocionado el FMI justo mientras está ayudando a países de la zona euro como Grecia y Portugal a solucionar sus problemas de deuda.
El presidente de la comisión de Relaciones Exteriores del Senado, John Kerry, no llegó a pedir la dimisión de Strauss-Kahn, pero calificó las circunstancias del caso "preocupantes, si no incriminatorias".
"Si las pruebas son las que parecen ser, creo que sería muy difícil para él sortearlas", dijo Kerry.
En Europa, Strauss-Kahn también estaba perdiendo apoyos.
"Dada la situación, con la fianza denegada, tiene que considerar que de otro modo le haría daño a la institución", dijo la ministra de Finanzas de Austria, Maria Fekter.
La ministra de Economía española, Elena Salgado, puso en duda el criterio de Strauss-Kahn, pero dijo que la decisión de irse o quedarse dependía de él.
"Creo que también hay que confiar en que el señor Strauss-Kahn utilice su mejor criterio, en este caso al menos, en otros no parece que lo haya utilizado", afirmó ante los periodistas.
La ministra indicó que su solidaridad estaba principalmente con la mujer que sufrió la supuesta agresión sexual.
CARGO EUROPEO
Desde que se creó el FMI en 1945, un europeo siempre ha ocupado el puesto de director gerente, y cuatro de ellos han sido franceses.
El presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, dijo el lunes a la televisión holandesa que no quería especular sobre la sustitución de Strauss- Kahn, pero añadió: "Si es necesaria una sucesión, los países europeos deberían presentar un candidato".
Sin embargo, los países en desarrollo están empezando a sacar músculo sobre quién debería sucederle. De todas maneras se preveía que abandonara el cargo pronto para presentarse a la presidencia francesa.
China dijo el martes que la selección del próximo jefe del FMI debería basarse en "la justicia, la transparencia y el mérito".
Era la primera vez que China, el tercer mayor miembro del fondo, opinaba tan rápida y públicamente en el debate sobre la selección en el FMI.
El ministro de Finanzas de Sudáfrica, Pravin Gordhan, y un alto cargo brasileño, que pidió no ser identificado, dijeron que el próximo jefe del FMI debería proceder de un país en desarrollo, dentro de su argumento de que las economías emergentes deberían tener más peso en los asuntos mundiales.
Sin embargo, el ministro de Finanzas de Brasil, Guido Mantega, dijo que el caso de Strauss-Kahn no debería utilizarse como una manera de presionar para cambiar la manera en que se elige al líder del FMI, señalando a la televisión GloboNews que la discusión era "demasiado prematura en este momento".
"Estoy totalmente horrorizado por esta situación y realmente espero que la situación se resuelva para que Dominique pueda regresar - él es probablemente uno de los mejores jefes del FMI que hayamos tenido en los últimos años", dijo Mantega.
La canciller alemana, Angela Merkel, dijo el lunes que el papel del Fondo en solucionar la crisis de la zona euro significaba que era lógico que Europa mantuviera el cargo, aunque el puesto podría ir al mundo en desarrollo en el futuro.
Se cree que la ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde, está interesada en el puesto, pero sus perspectivas se han visto ensombrecidas por una decisión este mes de un fiscal público de recomendar una investigación exhaustiva sobre su papel en conceder compensaciones financieras a un destacado empresario en 2008.