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La planta de Japón sufre filtraciones de agua radiactiva
Reflejando la creciente preocupación por los esfuerzos para controlar el complejo de Fukushima Daiichi, compuesto por seis reactores, el operador de la planta, Tokyo Electric Power (TEPCO), pidió ayuda a varias compañías francesas, dijo la agencia de noticias Kyodo.
La planta, situada 240 kilómetros al norte de Tokio, quedó dañada tras el terremoto y posterior tsunami del 11 de marzo, que dejaron más de 27.000 muertos o desaparecidos en el noreste del país.
Incendios, explosiones y fugas de radiación les han obligado a suspender repetidamente las tareas, y el domingo los niveles de radiación saltaron a 100.000 veces por encima de lo normal.
El derretimiento parcial de barras de combustible dentro del contenedor del reactor fue responsable de los altos niveles de radiación en el número 2, aunque el secretario jefe del gabinete de Japón, Yukio Edano, dijo que la situación estaba contenida en el edificio.
TEPCO informó más tarde de que unos niveles de radiación por encima de los 1.000 milisieverts por hora se hallaron en los túneles donde se encuentran las cañerías exteriores del reactor.
Se trata del mismo nivel descubierto el domingo. La agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos asegura que una sola dosis de 1.000 milisieverts es suficiente para causar una hemorragia.
Los responsables de TEPCO afirmaron que los túneles subterráneos no dan al mar, pero que no se podía descartar la posibilidad de que el agua radiactiva se filtre al suelo.
PETICIONES DE GREENPEACE
Según Greenpeace, sus expertos confirmaron niveles de radiación de hasta 10 milisieverts por hora en una aldea situada 40 kilómetros al noroeste de la planta. La organización pidió que se extendiera la zona de evacuación en unos 20 kilómetros más.
"Claramente no es seguro que la población permanezca en Iitate, especialmente los niños y mujeres embarazadas, dado que podrían recibir la dosis máxima anual de radiación en apenas unos días", dijo Greenpeace en un comunicado, en referencia al pueblo donde se realizó la lectura.
Más de 70.000 personas han sido evacuadas de una zona de 20 kilómetros que rodea la planta y a otras 130.000 personas dentro de una zona de 10 kilómetros se les recomendó permanecer en sus casas. Las autoridades también les sugirieron evacuar la zona.
Más allá del área de evacuación se hallaron rastros de radiación en el agua de cañerías de Tokio y en lugares tan lejanos como Islandia.
Responsables japoneses y expertos nucleares internacionales han dicho en general que los niveles de radiactividad lejos de la planta no son peligrosos para los seres humanos, quienes de todos modos afrontan a diario dosis de radiación comparables a través de sustancias naturales, radiografías o vuelos.
Pero Greenpeace instó al Gobierno a reconocer el riesgo: "Las autoridades deben dejar de elegir la política por encima de la ciencia".
Hidehiko Nishiyama, alto cargo de la agencia de seguridad nuclear de Japón, negó que el nivel de radiación fuera alto y dijo que la lectura del grupo ecologista no era fiable. Muy poca gente vive aún en la zona, agregó.
El salto en los niveles de radiación obligó a una suspensión de las tareas en el reactor durante el fin de semana, y los expertos advirtieron que Japón encara una larga lucha en la crisis atómica más peligrosa en 25 años.
"Esto va mucho más allá de lo que una nación puede manejar. Necesita ser llevado al Consejo de Seguridad de la ONU. En mi humilde opinión, esto es más importante que la zona de exclusión aérea sobre Libia", dijo Najmedin Meshkati, de la Universidad de California del Sur.
TEPCO, que ha admitido que afronta una operación incierta y prolongada para contener la crisis, buscó ayuda externa en firmas francesas como Electricité de France SA y Areva SA, informó la agencia Kyodo.
BAJA RADIACION EN EL MAR
Murray Jennex, un experto en plantas nucleares y profesor en la Universidad Estatal de San Diego, dijo que "realmente no hay un plan B" excepto secar la planta, restaurar la energía y activar el sistema de refrigeración.
"Ahora estamos en un largo y arduo período con muchos pasos pequeños y poco atractivos que deben darse para hacer que todo funcione", dijo por teléfono.
La buena noticia, indicó, es que los núcleos de los reactores parecen estar enfriándose.
También había buenas noticias sobre los niveles de radiación en el mar justo frente a la planta, que se dispararon el domingo a 1.850 veces por encima de lo normal. Estos cayeron drásticamente, informó el lunes Nishiyama, subdirector general de la Agencia de Seguridad Industrial y Nuclear, en una rueda de prensa.
Aunque los expertos han dicho que la radiación en las aguas del Pacífico se disipará con rapidez, los niveles en el sitio son claramente peligrosos, y los 450 o más ingenieros que trabajan allí se han ganado la admiración y simpatía de todo el mundo por su valentía y sentido del deber.
La semana pasada, dos trabajadores de Fukushima sufrieron quemaduras por la radiación en las piernas tras pisar agua con niveles radiactivos y el domingo los ingenieros tuvieron que abandonar el reactor número 2 tras las nuevas lecturas de radiación.
Una solución a largo plazo sería enterrar los reactores de Fukushima en arena y cemento, como ocurrió en Chernóbil, Ucrania, después del desastre en 1986, el peor registrado en el mundo hasta ahora.
La crisis de Japón ha provocado una reevaluación de la energía nuclear en todo el planeta y tuvo su impacto político más directo en la política extranjera en Alemania el fin de semana.
Los democristianos de la canciller Angela Merkel perdieron el control del estado más próspero de Alemania, Baden-Wuerttemberg, ya que el sentimiento antinuclear benefició a sus contrincantes en una votación regional.
Consultado sobre los planes de Japón sobre la energía nuclear, Edano dijo que la prioridad era resolver la crisis y que luego se realizaría una evaluación del tema.
La crisis nuclear ha agravado el sufrimiento de Japón tras un terremoto de magnitud 9 y un tsunami que devastaron la costa noreste. El lunes se registró una réplica de magnitud 6,5, obligando a emitir una alerta de tsunami.
La última cifra oficial de muertos fue de 10.804 personas, con otras 16.244 aún desaparecidas 17 días después del desastre. Cerca de un cuarto de millón de personas están viviendo en refugios.