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Aristide vuelve triunfante a Haití antes de las elecciones



    PUERTO PRINCIPE (Reuters) - El ex presidente de Haití Jean-Bertrand Aristide regresó triunfante el viernes a su país después de siete años en el exilio en Sudáfrica, pese a las objeciones de Estados Unidos y dos días antes de unas elecciones presidenciales clave.

    Miles de entusiastas seguidores acudieron a saludar al líder, que es muy popular entre la población pobre del país, pero es rechazado por los líderes empresariales y considerado como una figura política divisiva.

    Partidarios fueron a recibir a Aristide a aeropuerto de Puerto Príncipe, donde llegó el avión charter que lo trasladó junto a su familia. También lo acompañó el actor y activista de los derechos de los afroamericanos estadounidense Danny Glover.

    "Si pudieran sentir mi corazón, podrían ver lo rápido que está latiendo, cómo está cantando una melodía a Haití", dijo el carismático Aristide, que vestía un traje azul, a periodistas.

    El ex mandatario sostuvo que volvía para hacer "una pequeña contribución" a su país, que está luchando por recuperarse del devastador terremoto de 2010, que causó más de 300.000 muertos y atrasó el escaso desarrollo en uno de los estados más pobres del mundo.

    Aristide, de 57 años, un ex cura católico, fue expulsado de Haití en 2004 tras una rebelión armada.

    Se convirtió en el primer presidente electo en 1991, pero fue derrocado por el Ejército siete meses después. Su retórica populista de izquierda le granjeó enemigos entre la comunidad empresarial y las fuerzas armadas, a las que terminó aboliendo.

    Reelegido en 2000, su segundo mandato estuvo acechado por la inestabilidad económica y la violencia. Los críticos lo acusaron de ser intolerante y perseguir a los opositores.

    El ex mandatario, que ha acusado a Washington de estar detrás de su exilio en 2004, ignoró una petición directa de Estados Unidos para retrasar su regreso hasta que las elecciones presidenciales del domingo hubieran concluido.

    Washington y otros donantes occidentales, que han prometido miles de millones de dólares para ayudar a reconstruir Haití, expresaron su temor de que el regreso de Aristide sea un factor desestabilizador para la segunda vuelta electoral.

    Los votantes elegirán entre el popular músico Michel Martelly y la ex primera dama Mirlande Manigat. La comunidad de donantes espera que los comicios ayuden a establecer un liderazgo estable que supervise la recuperación post-terremoto y administre los fondos para la reconstrucción.

    Responsables estadounidenses dijeron que la presencia de Aristide podría ser "perturbadora" para las elecciones, que será la primera segunda vuelta en la historia electoral de Haití.

    En sus primeros comentarios, Aristide evitó hablar abiertamente de cuestiones políticas, pero enfatizó la importancia de incluir a todos los haitianos en la vida nacional.

    Mencionó la "exclusión" de su partido Fanmi Lavalas, el más grande de Haití, que no fue autorizado a registrar a su propio candidato para las elecciones.

    "Condenamos todos los tipos de violencia para que la educación de todos los jóvenes pueda traer paz a la cabeza y al estómago", dijo, recordando uno de sus viejos eslóganes de campaña.

    Recordando a las víctimas del seísmo y a los cientos de miles de personas que aún viven en humildes carpas en campos de refugiados en la devastada capital, declaró: "Su sufrimiento corre por mi sangre como un río".

    Fuerzas de paz estadounidenses vigilarán la seguridad el día de los comicios.

    El presidente Barack Obama había llamado a su homólogo sudafricano, Jacob Zuma, para subrayar la importancia de que Aristide no regresara antes de los comicios. Pero Sudáfrica dijo que no podía impedir que el líder volviera a su país.