El ex banquero suizo ligado a WikiLeaks va a juicio
Elmer, de 55 años, ayudó a que WikiLeaks cobrara fama hace tres años cuando entregó al sitio web información secreta de clientes después de que las autoridades suizas no tomaran medidas sobre datos que él dijo haber mostrado a Baer, su ex empleador, que indicaban evasión de impuestos.
"La ética del liderazgo empresarial de ambos lados del Atlántico me ha decepcionado", declaró Elmer en el tribunal y agregó que quería exponer las actividades ilegales en las islas Caimán.
Elmer está siendo sometido a juicio acusado de romper el secreto bancario.
El ex banquero acusó a Baer de librar una campaña de "terror psicológico" contra él y su familia y de ofrecerle el pago de 500.000 francos suizos por su silencio. Asegura que nunca aceptó dinero a cambio de los documentos secretos.
Pero admitió que escribió correos electrónicos anónimos en 2005, amenazando con enviar detalles de clientes a las autoridades y a los medios si Julius Baer no cesaba ciertas acciones que no especificó.
"La situación era muy amenazante. Teníamos mucho miedo y yo creía que el banco estaba detrás. Por eso mandé los correos electrónicos", dijo Elmer a la corte.
Con un traje negro y una camisa roja, Elmer también admitió que envió detalles de clientes a autoridades tributarias suizas, pero negó haber amenazado con lanzar una bomba contra la sede en Zúrich de la compañía donde trabajaba, de acosar a empleados de Baer y de tratar de extorsionar al banco.
Julius Baer, por su parte, dijo que Elmer libró una "campaña de intimidación personal y venganza" y que buscó desacreditar al banco y sus clientes después de que se rechazaran sus demandas de indemnización tras su despido.
La fiscalía ha pedido que Elmer, quien encabezó la oficina de Baer en las islas Caimán hasta que fue despedido en 2002, sea sentenciado a ocho meses en prisión y reciba una multa de 2.000 francos suizos.
Se espera un veredicto el miércoles por la tarde.
El caso del miércoles no se vincula con los documentos entregados a WikiLeaks, sino a infracciones previas del secreto bancario y corporativo en Suiza.
Elmer, un auditor certificado que también trabajó en Credit Suisse y KPMG, dijo que no infringió el secreto bancario suizo, dado que los documentos que filtró se relacionaban con cuentas en las islas Caimán, donde los tribunales suizos no tienen jurisdicción.
El secreto bancario de Suiza ha estado bajo un ataque global en los últimos años. Recientemente su vecina Alemania compró datos secretos a informantes para descubrir a evasores de impuestos.