Afganistán plantea una ambiciosa visión de futuro
Las ambiciosas promesas se harán en la conferencia de Kabul, donde el presidente Hamid Karzai pedirá más voz en la financiación internacional de 13.000 millones de dólares para usarlos en programas que espera que impulsen el crecimiento económico y atraigan a los combatientes de la insurgencia.
Con los gobiernos deseosos de retirarse de la Fuerza Internacional para la Asistencia a la Seguridad (ISAF), de la OTAN, antes o después, quieren asegurarse de que el país no caerá en el aislamiento que permitió que Al Qaeda floreciese y lanzara los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Sin embargo, los talibanes, que tratan cualquier conversación sobre un calendario de retirada como una muestra de debilidad, han rechazado cualquier propuesta de paz e insisten en que combatirán hasta que los extranjeros se retiren.
La seguridad se ha reforzado para la conferencia, la mayor que se celebra en Afganistán en tres décadas, y a la que asisten representantes de más de 60 países y organizaciones internacionales, entre ellos el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton.
"Estamos preparados al 100 por ciento, pero eso no significa que todo vaya exactamente según el plan", dijo Zemarai Bashary, portavoz del Ministerio del Interior que dirige la fuerza policial del país.
CALLES DESIERTAS
Las calles de la capital quedaron desiertas el lunes e incluso los diplomáticos extranjeros lo tuvieron difícil para superar las decenas de puestos de control que proliferaron durante la noche.
Los talibanes tienen frecuentemente como objetivo acontecimientos gubernamentales de prestigio y el mes pasado atacaron una reunión nacional de paz dirigida por Karzai, lo que llevó a la dimisión el ministro del Interior y el responsable de inteligencia del país.
En el encuentro del martes se escuchará la presentación del Gobierno afgano, presentando una gran visión que contiene compromisos tanto para su propio pueblo como para la comunidad internacional y dividido en cinco áreas: financiación, gobierno y justicia, desarrollo económico y social, paz y reconciliación, y seguridad y relaciones internacionales.
Algunos analistas y diplomáticos dicen que los compromisos son largos en esperanza y cortos en detalle, pero todos coinciden en que llegan en un momento crucial para Afganistán.
Entre los puntos fundamentales están:
- Pedir a los donantes que incrementen la ayuda a través de los canales gubernamentales, desde el actual 20% al 50%, prometiendo una contabilidad mejor a cambio y reforzando la lucha contra los casos de sobornos y corrupción en los que participen las autoridades a través de tribunales especiales.
- Expandir el Ejército a 170.000 efectivos para octubre de 2011, y la policía nacional a 134.000, además de la formación de una nueva fuerza policial local en zonas inseguras.
- Presentar un programa que tenga como objetivo reintegrar a hasta 36.000 ex combatientes en un plazo de cinco años.
- Incrementar la recaudación de ingresos nacionales al 9,4 por ciento del PIB para marzo del próximo año.
El futuro de Afganistán no sólo está en sus propias manos. El grueso de los dirigentes talibanes tienen su santuario en el vecino Pakistán, que ha tratado a su vecino como de "profundidad estratégica" en caso de conflicto con India.
Washington, cuyas fuerzas componen dos tercios de los soldados extranjeros en Afganistán y tiene un gasto que sobrepasa los 345.000 millones de dólares, espera que acuerdos como uno comercial de tránsito de camiones entre Islamabad y Kabul el domingo promocione mejores lazos.
Los camiones de Pakistán pueden pasar a través de Afganistán a los mercados del centro de Asia, pero el nuevo acuerdo da a los camioneros afganos el mismo acceso a India y sus puertos.
Es un tipo de comercio e intercambio que Karzai espera que cree trabajos y mejore las vidas de los afganos de a pie, que acuden en septiembre a las urnas en elecciones parlamentarias.
El principal diplomático de las Naciones Unidas en el país dijo que Afganistán estaba preparado para asumir la responsabilidad de sus propios asuntos y esperaba que la comunidad internacional lo reconozca así en la conferencia del martes.
"Es una situación de la gallina y el huevo, pero la gallina está diciendo 'estamos preparados para producir un huevo'", dijo Staffan de Mistura, representante del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para Afganistán, a Reuters en una entrevista.