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Latinoamérica no está en crisis



    Latinoamérica se está recuperando claramente en forma de V y no aparece en el horizonte el fantasma de una nueva recesión, tal y como sucede en Europa. Su crecimiento no sólo depende ya de EEUU, genera empleo, el PIB sube, el gasto público está bajo control, llegan inversiones de fuera mientras crecen la relaciones en la región... En definitiva, la región lidera la recuperación mundial.

    Los ajustes fiscales para reducir deuda aplicados en Europa amenazan con una nueva recesión en el Viejo Continente. Sin embargo, en Latinoamérica los déficits fiscales de los países no superan de media el 2,4% y su salida de la crisis se está dando claramente en forma de V, según un artículo publicado hoy por el diario El País.

    La recuperación latinoamericana está ligada a una serie de factores entre los que destaca su cada vez menor dependencia de EEUU y de Europa. China y los países asiáticos en general tienen mucho que ver con ella. Suramérica se ha convertido en el proveedor ideal de alimentos y minerales que Oriente necesita para continuar su expansión. Latinoamericanos y asiáticos son los emergentes que mejor están aprovechando la salida de la crisis.

    De entre todas las economías de América Latina destaca sobre manera Brasil, cuyo PIB está previsto que aumente este año un 7,6%. Pero también Perú, Argentina, Chile, México y Colombia tienen buenas perspectivas de crecimiento. Este crecimiento viene, además, con creación de puestos de trabajo.

    La buena situación en la que ahora se encuentra Latinoamérica se sustenta, entre otras cosas, en que antes del estallido de la crisis los distintos Gobiernos habían sido prudentes con el gasto público y habían acumulado reservas, en que los inversores han seguido prestando dinero a unas naciones sin apenas déficits fiscales, en que los precios de las materias primas no han caído a mínimos históricos, en que se ha fomentado el comercio intrarregional y el exterior, y en que su sistema financiero no tenía activos tóxicos ni ha habido burbujas inmobiliarias.

    La preocupación quizá sea ahora morir de éxito. Se teme un sobrecalentamiento de la economía, por lo que, según apunta el diario del Grupo Prisa, la región deberá aprender a gestionar la abundancia.