Viaje a Afganistán del nuevo comandante general Petraeus
El general David Petraeus tenía previsto aterrizar un día después de que su designación fuera confirmada por el Senado estadounidense y apenas horas después de que la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobara una financiación de 33.000 millones de dólares para un aumento de tropas que espera que haga cambiar drásticamente las cosas.
La enmienda que exigía una fecha de salida de Afganistán fracasó, pero obtuvo 162 votos - la mayor votación contra la guerra en la cámara sobre Afganistán hasta la fecha.
La designación de Petraeus podría ser la última oportunidad para Washington de poner fin a un conflicto cada vez más costoso que está agotando los presupuestos occidentales justo cuando los países están saliendo de una de las peores crisis mundiales de la historia.
La ceremonia formal de cambio de mando tendrá lugar en los próximos días, dijeron las autoridades militares aliadas el viernes.
El incremento elevará a 150.000 el número de soldados extranjeros en Afganistán a medida que arraigue la nueva estrategia. Conlleva abordar a los talibanes en sus bastiones, al tiempo que se confía al Gobierno la mejora simultánea de la gestión y el desarrollo local.
Los talibanes mostraron el viernes lo capaces que son de operar fuera de sus bastiones tradicionales al lanzar un atrevido asalto estilo comando contra la oficina de una compañía estadounidense que proporciona apoyo logístico a la ayuda del Gobierno estadounidense en la población relativamente pacífica de Kunduz, en el norte.
Un británico, un alemán, un filipino y dos afganos murieron en el ataque antes el amanecer, dijeron las autoridades provinciales, además de los seis insurgentes que llevaron a cabo la incursión.
También el viernes, un miembro de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) que ahora comanda Petraeus murió en un ataque insurgente en el este del país, dijo la alianza.
CAMBIAR LA TENDENCIA
Petraeus, que escribió la guía de campaña antiinsurgencia del Ejército estadounidense, usó las tácticas para ayudar a cambiar la tendencia en la guerra de Irak y la estrategia fue introducida en Afganistán a principios de este año por el general Stanley McChrystal.
McChrystal fue destituido la semana pasada después de que algunos de sus ayudantes y él mismo arremetieran contra altos cargos de la administración en una revista.
Pese a que Petraeus ha prometido continuar con la misma estrategia, dijo a los responsables de la OTAN en Bruselas el martes que se revisarían algunas tácticas operativas - incluidos ataques aéreos contra supuestos escondites talibanes.
El tema cobró importancia el año pasado después de que una serie de ataques aéreos matara a decenas de civiles - incluidas 140 personas en un único incidente - aunque la llegada de McChrystal supuso una importante reducción del daño colateral.
Petraeus dijo el jueves que cualquier táctica que eleve la posibilidad de más muertes de soldados tiene que ser revisada.
Más de 1.800 soldados extranjeros han muerto en Afganistán desde que fueron derrocados los talibanes en 2001, incluidos más de 100 el mes pasado, el más sangriento desde que comenzó la guerra.
"Tengo un imperativo moral como comandante... aportar toda la fuerza disponible cuando nuestras tropas - y, de paso, las de nuestros socios afganos - estén en una posición difícil", dijo a los jefes de la OTAN.
Las últimas dos semanas han arrojado una luz especialmente mala sobre los esfuerzos de guerra, con nuevas denuncias de corrupción en el gobierno del presidente Hamid Karzai y el cambio de mando de las fuerzas extranjeras.
También se han planteado dudas sobre el compromiso del gobierno para impulsar la gobernabilidad y el desarrollo junto con la unidad militar, y también la capacidad de las fuerzas afganas para asumir la responsabilidad de la seguridad.
Al mismot tiempo, Karzai ha estado cortejando a los talibanes con una serie de propuestas modestas de paz, todas ellas rechazadas por la línea dura del movimiento islamista, que insiste que todas las fuerzas extranjeras deben abandonar el país antes de poner fin a la insurgencia.