La ONU no teme por la seguridad en Haití tras salida de tropas
La fuerza policial y militar de la ONU tiene un mandato para brindar seguridad en Haití, pero las tropas extranjeras -incluidas las estadounidenses- se hicieron cargo de salvaguardar la seguridad en la entrega de ayuda tras el seísmo de magnitud 7 del 12 de enero.
La ONU se pondrá al frente de la ayuda humanitaria de una manera "escalonada" a medida que las tropas extranjeras abandonan Haití, dijo en Nueva York Edmond Mulet, director interino de la misión de la ONU.
Las tropas estadounidense ya están retirándose, mientras que las canadienses partirán el 15 de marzo, detalló el responsable.
Algunos han criticado las operaciones de ayuda por ser muy lentas para responder a la crisis, pero Mulet dijo que confiaba en la fuerza de la ONU, que fue ampliada en enero cuando el Consejo de Seguridad unánimente incrementó el número de efectivos de 3.500 a 12.651.
"Con las tropas adicionales (...) pienso que seremos capaces de brindar la estabilidad y seguridad necesarias en Haití", indicó,
Antiguo representante especial de la ONU en Haití, Mulet tomó el mando de la fuerza policial y militar de la ONU poco después del terremoto.
Su antecesor murió junto con otros altos cargos de la Misión de Estabilización de la ONU cuando sus oficinas centrales en Puerto Príncipe se derrumbaron durante el seísmo.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, encabezó el martes un servicio fúnebre en Nueva York para honrar a los 101 miembros de la ONU que murieron.
La ayuda humanitaria deberá darse en paralelo con las tareas de recuperación y reconstrucción, dada la amenaza que la lluvia y los huracanes representan para Haití, señaló Mulet.
La temporada de lluvias comienza a principios de abril y la de huracanes a partir de junio, de acuerdo a la Organización Metereológica Mundial.
Mulet estimó que la asistencia sería necesaria en Haití durante al menos otros 12 meses. El primer ministro Jean-Max Bellerive ha calculado que el país tardará tres o cuatro años para volver a su situación antes del terremoto.
Probablemente será imposible saber con exactitud cuánta gente murió en el seísmo debido a la falta de un registro adecuado de nacimientos, pero Mulet dijo que piensa que la cifra no es menor a 220.000 o 230.000.