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Reaparece el Papa tras la agresión de la misa del Gallo



    El papa Benedicto XVI ha impartido este viernes su bendición navideña desde el balcón de la basílica de San Pedro, pese a la agresión sufrida la víspera, y en su mensaje Urbi et Orbe defendió a los emigrantes e instó a la paz y la solidaridad en el mundo y en particular en Latinoamérica. Hoy se ha podido saber que la mujer que intentó atacar al pontífice ya lo hizo hace un año.

    El Papa ha reaparecido este viernes con buena salud y sereno y saludó, según la tradición, en 65 idiomas a los miles de fieles que asistían entusiastas a la ceremonia, bajo un sol resplandeciente.

    El pontífice reaccionó bien

    "El pontífice está bien, supo reaccionar muy bien, celebró su programa normalmente, como se pudo ver por televisión", dijo el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, quien subrayó que el pontífice comió inclusive "panettone", la típica torta italiana navideña.

    El relato de los hechos

    Benedicto XVI, de 82 años, fue agredido el jueves por la noche por una mujer con trastornos mentales que lo derribó en la entrada de la basílica de San Pedro, en el Vaticano, antes de la Misa de Gallo.

    El jefe de la Iglesia católica resultó ileso y pudo cumplir sin problemas la misa y asomarse este viernes como programado para el mensaje de Navidad.

    Cientos de mensajes de solidaridad y afecto han sido enviados al pontífice, entre ellos del presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, y del rabino de Roma, Riccardo Di Segni.

    Benedicto habla de la crisis económica

    El Papa prosiguió su programa del viernes y pronunció su discurso "a la ciudad y al mundo" en el que reconoció que "la familia humana está profundamente marcada por la grave crisis económica, pero antes de nada de carácter moral y por las dolorosas heridas de guerras y conflictos", dijo.

    Sin salirse del programa, el Papa habló de los grandes problemas que afectan al mundo entre ellos la emigración, la guerra y la destrucción de la naturaleza.

    Recuerdo para los emigrantes

    "Ante el éxodo de quienes emigran de su tierra y a causa del hambre, la intolerancia o el deterioro ambiental se ven forzados a marchar lejos, la Iglesia es una presencia que llama a la acogida", dijo el Papa sin llegar a mencionar jamás la agresión sufrida.

    El pontífice envió un mensaje especial a Latinoamérica y en particular a Honduras, país que atraviesa una grave crisis política desde el golpe de Estado que derrocó en junio pasado al presidente Manuel Zelaya.

    "Que en Honduras, se ayude a retomar el camino institucional", dijo.

    El Papa destacó por otro lado el papel de la Iglesia en América Latina.

    "En toda Latinoamérica, el 'nosotros' de la Iglesia es factor de identidad, plenitud de verdad y caridad que no puede ser reemplazado por ninguna ideología", subrayó el jefe de la Iglesia católica,

    Dirigiéndose al mundo, el Papa invitó a sus habitantes "a abandonar toda lógica de violencia y venganza" y a que se comprometan "con renovado vigor y generosidad en el camino hacia una convivencia pacífica", dijo.

    El mensaje navideño del Papa fue transmitido en directo por televisión a numerosos países, tal como las imágenes de la agresión de Nochebuena, que muestran a una mujer que salta la barrera de seguridad, toma al Papa por el cuello y lo tira hacia ella, haciéndolo caer cuando avanzaba acompañado por unos treinta cardenales.

    La mujer, Susanna Maiolo, una ítalo-suiza de 25 años, fue internada en un hospital donde está siendo sometida a tratamiento psiquiátrico, según refirió Lombardi.

    El incidente también provocó la caída del cardenal francés Roger Etchegaray, de 87 años, quien se quebró un fémur y será operado en algunos días.

    La mujer había intentado el año pasado agredir al pontífice durante la misa de medianoche, pero había sido detenida por los servicios de seguridad.

    Se trata de la segunda agresión en dos semanas que se registra en la península. El pasado 13 de diciembre, el jefe de gobierno italiano, Silvio Berlusconi, fue herido en el rostro por un desequilibrado que le lanzó un objeto en la plaza de la catedral de Milán y le rompió el tabique de la nariz y dos dientes.

    Por otro lado, las agresiones a los pontífices son recurrentes. Benedicto XVI fue atacado el 6 de junio del 2007 por un joven alemán de 27 años con problemas psiquiátricos que intentó lanzarse contra su automóvil.

    Uno de los atentados más graves de la historia reciente fue contra Juan Pablo II, el 13 de mayo de 1981, cuando le dispararon en plena plaza de San Pedro, hiriéndolo gravemente.