El incendio cercano a Atenas se propaga; miles de personas huyen
Enormes y densas nubes de humo pasaban sobre la Acrópolis, al tiempo que las llamas, que avanzaban sin freno por segundo día, llegaban a los barrios del norte de la capital griega, poniendo a prueba los recursos estatales y al Gobierno conservador.
"Los vientos son más fuertes y cambian de dirección todo el tiempo, propagando el fuego aún más", dijo Giannis Kapakis, portavoz del cuerpo de bomberos.
Las autoridades locales advertían con altavoces a los residentes de Aghios Stefanos que abandonaran el barrio de 20.000 personas, cuando las llamas comenzaban a consumir las primeras casas. Cientos huyeron de sus casas durante la noche y otros intentaban frenéticamente evitar que el incendio alcanzara sus hogares con mangueras de jardín y ramas de árboles.
"No encontramos ante un gran calvario", lamentó el primer ministro Costas Karamanlis. "El departamento de bomberos está realizando un esfuerzo sobrehumano", sostuvo.
El control del fuego, el mayor desde 2007, cuando los incendios más letales de los que Grecia tiene memoria se prolongaron durante más de 10 días dejando 65 personas muertas, será crucial para su futuro político cuando se acercan las elecciones de marzo.
Las autoridades griegas declararon el estado de emergencia el sábado en el este de Atica, donde las llamas consumieron unas 12.140 hectáreas de bosque, campos agrícolas y plantaciones de olivos.
"Más de 120.000 stremmas (12 hectáreas) se han quemado. Es un desastre ecológico", dijo el prefecto de Atenas, Yiannis Sgouros, a la televisión local.
La ayuda de la Unión Europea comenzó a llegar. Dos aviones italianos se unieron al combate contra las llamas y se esperaban mas desde Francia y Chipre el domingo, indicaron los bomberos.
REUNION DE EMERGENCIA
Karamanlis sobrevoló el área el domingo y presidió una reunión de emergencia mientras el servicio de meteorología griego pronosticó que no se espera que los vientos amainen antes de la noche del lunes, dificultando los esfuerzos por extinguir el fuego.
"La situación es extremadamente difícil a causa de las condiciones climáticas", señaló a la prensa el ministro del Interior Prokopis Pavlopoulos, tras la reunión.
Responsables oficiales y testigos dijeron que el incendio también alcanzó los suburbios de Anthousa, Pallini, Pikermi y Dionisios, y que había gente que se negaba a abandonar sus propiedades, pese a que las llamas se aproximaban.
El incendio se desató la noche del viernes en una aldea ubicada a unos 40 kilómetros al noreste de la capital griega y, debido a los fuertes vientos, se propagó a aldeas vecinas y suburbios del norte de Atenas. Un hospital de niños y una casa de ancianos fueron evacuados.
La policía y los testigos dijeron que decenas de casas resultaron gravemente dañadas, pero el cuerpo de bomberos rehusó entregar datos oficiales sobre los daños hasta que se hayan apagado las llamas.
"La destrucción es enorme", exclamó Panagiotis Bitakos, alcalde subrogante de Aghios Stefanos, ante la televisión griega. "Permitieron que un fuego destruyera todo Atica", reclamó.
Unas 12 aeronaves, siete helicópteros, 136 carros de bomberos y unos 644 bomberos intentan luchar contra el incendio, dijeron las autoridades. Cerca de 340 soldados también fueron enviados a la zona.
Los fuertes vientos han avivado los más de 100 incendios que se han registrado en Grecia en los últimos tres días. También hay focos en las islas de Zante, Eubea, Esciro y la zona central de Beocia.
Los incendios forestales son frecuentes en Grecia durante el verano, frecuentemente provocados por las altas temperaturas, las sequías o de manera intencionada. Cientos de incendios se desatan en el sur de Europa en julio, destruyendo miles de hectáreas de bosque y consumiendo decenas de hogares.