El primer ministro de Japón convoca elecciones anticipadas
Una victoria del opositor Partido Democrático de Japón podría terminar con más de 50 años de gobierno casi ininterrumpido del conservador Partido Democrático Liberal (PDL), y aumentar las posibilidades de romper con el estancamiento político en el dividido Parlamento.
El punto muerto parlamentario ha obstaculizado la puesta en marchar de políticas mientras Japón lucha por salir de la recesión.
También afectaría a un Gobierno que se comprometió a proteger más los intereses de los consumidores que los de las compañías, a controlar mejor a los burócratas para reducir gastos y adoptar una postura diplomática menos servil ante su aliado Estados Unidos.
Muchos inversores en los mercados financieros japoneses darán posiblemente la bienvenida al fin del prolongado estancamiento político, pero a algunos les preocupa que los planes de gastos de la oposición inflen la enorme deuda pública y disparen el precio de los bonos del Gobierno.
"Espero que a corto plazo los demócratas que tomen el poder curen esta parálisis parlamentaria y lleven a una rápida aprobación de proyectos de ley, y las políticas tengan más peso que cualquier preocupación e incertidumbre", dijo Noritsugu Hirakawa, estratega de Okasan Securities.
"A largo plazo, hay interrogantes sobre cómo financiarán los demócratas sus programas sociales, y esto a la larga podría pesar sobre el mercado", señaló.
Una serie de sondeos de opinión apunta a que los demócratas llevan una enorme ventaja de votantes respecto al PDL de Aso, aunque cerca de un 30 por ciento del electorado aún está indeciso.
El anuncio de la semana pasada sobre el plan de elecciones de Aso propagó el caos en el partido gobernante, mientras los críticos intentaron destituirlo como líder de la facción antes de los comicios.
Todos los miembros del gabinete, incluyendo el ministro de Finanzas Kaoru Yosano, sobre quien se especuló que podría oponerse, aprobaron el plan de elección el martes, dijo el ministro de Salud, Yoichi Masuzoe.