Global

Ciudad Juárez, la ciudad del misterio y la muerte

    Imagen de archivo de los cuerpos de la víctimas de los 'narcos'.


    Ciudad Juárez es probablemente una de las ciudades más peligrosas del mundo. En ella coinciden todos los delitos que se puedan imaginar: atracos, narcotráfico, corrupción, violencia de género y extrañas desapariciones. Todo tiene cabida en esta ciudad mexicana casi fronteriza con Estados Unidos que se ha hecho famosa por su página más negra.

    La ciudad, capital del norteño estado de Chihuahua, cuenta en 2009 más muertos que días y hasta hace apenas una semana contaba con el triste récord de no haber pasado una sola fecha sin que alguien falleciese en sus calles.

    Ciudad Juárez está siendo uno de los principales campos de batalla de la lucha que a tres bandas mantienen los cárteles de la droga mexicanos (el de Juárez y el del Sinaloa) y el Gobierno de Felipe Calderón, quedando en medio los diferentes cuerpos policiales y los gobernantes locales y regionales, que toman partido por uno u otro bando.

    Controlan a las fuerzas de seguridad

    El poder del 'narco' sobre el día día de las autoridades locales es claramente visible. Este mismo fin de semana la ciudad apareció con carteles que decían: "Si el jefe de la policía no renuncia a su cargo, mataremos a un agente cada 48 horas". Así fue hasta que dos días después, el responsable de seguridad pública, Roberto Orduña abandonó el cargo, siendo el segundo que lo hace por no ser del agrado de los narcos, que acusan de corrupto a todo aquel cargo que reciba dinero del otro cártel o simplemente que se niegue a ser sobornado por ellos.

    Ante esta situación el Gobierno Felipe Calderón (PAN) desplegó al ejército ante la imposibilidad de que las fuerzas locales consiguieran atajar la situación y 2.500 militares fueron movilizados hacia la ciudad. Sin embargo, en 2008, alrededor de 1.600 personas fueron asesinadas en hechos relacionados con el narcotráfico y 2.400 en todo el estado de Chihuaua por la misma causa.

    La situación ha provocado que el Gobierno de Estados Unidos emitiera una declaración en la que alertaba a sus ciudadanos que viajan o desean viajar a México, a la vez que solicitó a los funcionarios destinados en el país vecino que evitaran trasladarse a ciertos estados y situaba como de alto riesgo a ciudades fronterizas como Ciudad Juárez, Tijuana, Nogales y Nuevo Laredo.

    La ciudad donde las mujeres desaparecen

    Pero el narcotráfico no es el único problema de Juárez. Desde 1993 hasta la fecha más de 500 mujeres han fallecido en la ciudad y las desapariciones en este mismo periodo están por encima de las 4.000 sin que hasta el momento se haya descubierto la causa.

    Mujeres, adolescentes y niñas han sido violadas, estranguladas y mutiladas, siendo la mayoría de ellas maquiladoras, trabajadoras de las cadenas de producción que grandes compañías de EEUU tiene en Ciudad Juárez. En su mayor parte se trata de huérfanas o mujeres de familias pobres, que llegan a Juárez desde cualquier punto de la república sabiendo que ahí una mujer no va a tener problemas para encontrar trabajo y que probablemente esté mejor pagado que en cualquier otro punto del país.

    Hay muchas teorías que hablan de orgías sangrientas, rituales satánicos y venta de órganos, situándose en medio de todas las sospechas los carteles del narcotráfico que desde hace tiempo pusieron fin al viejo código de dejaba a salvo a niños y mujeres, sin embargo, ninguna de estas teorías se ha podido comprobar, en parte por la opacidad que las autoridades mexicanas siempre han mostrado.

    Diana Washington relata en su libro 'Harvest of Women' (Cosecha de Mujeres)que en 1999 el FBI hizo algunas investigaciones y a finales del Marzo de 2003 envió un informe sobre algunos lugares y personas de Ciudad Juárez que podían tener algo que ver con las desapariciones y muertes . Pero después de este informe la PGR (Procuraduría General de la República) no pidió ayuda ni intercambio oficial de la información al FBI.

    Las teorías sobre las desapariciones

    El FBI afirmó que en Chihuahua existen dos expedientes sobre los casos el que las autoridades se atreven a mostrar a todo mundo y el que se guardan. Mientras que las cifras facilitadas por el gobierno de Calderón muestran que los asesinatos están disminuyendo, lo informantes del FBI han indicado que las muertes continúan al mismo ritmo, con la diferencia de que ahora los asesinos se están deshaciendo de los cuerpos de una manera espantosa.

    En 1995 la policía detuvo al químico de origen egipcio Abdel Latif Sharif Sharif y lo inculpó, poco después detuvo a una banda denominada 'Los Rebeldes', supuestos cómplices de Sahirf Sharif. Acusado de asesinar a la adolescente, Elisabeth Castro García, Sharif fue condenado a treinta años de reclusión después de un proceso lleno de irregularidades. En cuanto a sus vínculos con 'Los Rebeldes', las autoridades no llegaron a establecerlos nunca.

    Otra teoría fue la que estableció en 1998 el detective estadounidense Robert K. Ressler, inventor de la expresión serial killer y de la técnica del 'perfilado' de los asesinos en serie, y que además colaboró en la película 'El silencio de los corderos'. En sus investigaciones llegó a la conclusión de que había dos asesinos en serie, pero negaba que fueran mexicanos. Ressler creía que se trataba de alguno de los centroamericanos que llegaban a la ciudad pasa llegar a EEUU o algún estadounidense de origen mexicano.

    Otra versión que manejan las fuentes de Seguridad Federal de Estados Unidos , es que se trata de empresarios de El Paso, Texas, Ciudad Juárez y Tijuana que pagan por ver y participar en 'snuff movies', películas en los cuales la víctima es violada, torturada y asesinada ante la cámara.

    Explica Sergio González de Le Monde Diplomatic, que a finales de 1999 se encontraron cadáveres de mujeres y niñas cerca de ranchos pertenecientes a traficantes de cocaína. Esta coincidencia parece establecer un vínculo entre los homicidas y la mafia de los traficantes, a su vez relacionada con la policía y los militares. Pero las autoridades se niegan a orientar la investigación por esa vía.