Otra visión del negocio textil para las cadenas españolas
Pocos sectores en España están tan bien representados dentro y fuera de nuestras fronteras, y cuentan con una aceptación tan alta entre el público nacional y extranjero, como el textil.
Se podría decir, sin miedo a equivocarse, que nuestro país es una auténtica potencia mundial dentro de este mercado. Diseñadores de ayer y de hoy, como Balenciaga, Pertegaz o Adolfo Domínguez, y grupos empresariales del tamaño de Inditex, Mango o Loewe, representan sin duda la punta de lanza de la industria textil española.
Pero detrás de todos estos nombres de postín existen una gran cantidad de firmas, muchas prácticamente desconocidas, luchando por consolidarse en un mercado altamente competitivo.
Esta es la base del tejido industrial que conforma el modelo de Libélula Shop; pequeñas y medianas empresas que dan continuidad a la tradición española del corte y confección, y que desde hace años no sólo tienen que enfrentarse a la competencia feroz que llega de países como China o Marruecos, sino también a la invisibilidad que sufren muchos de sus productos por la desaparición de los tradicionales canales de venta: pequeños comercios que con la llegada de la crisis han tenido que cerrar.
En este contexto, no pocas firmas han decidido coger el toro por los cuernos y empezar a abrir sus propias tiendas, aunque no todas pueden optar por esta solución. Hace falta tener músculo financiero suficiente para poder embarcarse en esta aventura. Y aun con todo, el éxito no está garantizado.
En España existen cerca de 60.000 firmas, conformadas por jóvenes diseñadores, empresarios consolidados o emprendedores, que demandan canales de venta para poder sacar sus productos al mercado. Internet es una solución que, aunque alivia los síntomas, no pone fin al problema.
Desde Libélula Shop hemos apostado por dar respuesta a las necesidades de las empresas que se encuentran en esta situación. Con este propósito, hemos diseñado un modelo de negocio que basa su éxito en la creación de canales de venta para todas las firmas que lo necesitan, generando sinergias entre ellas que pueden ser aprovechables con facilidad.
En concreto, nuestra labor consiste en concentrar bajo un mismo techo marcas de todo tipo para crear una oferta única y atractiva para los consumidores cerca de las principales zonas comerciales de las ciudades, aportando así a las firmas un extra de visibilidad que no tendrían en tiendas aisladas o alejadas de los núcleos de compras.
En estos locales premium las firmas de moda pueden contratar espacios para posicionar sus productos sin necesidad de afrontar los costes operativos inherentes, como el alquiler del local, el personal especializado que trabaja de cara al público, la gestión administrativa o los seguros necesarios, que corren a nuestro cargo.
Todos estos gastos fijos están cubiertos por Libélula Shop. Así, una vez que las marcas entran en nuestros expositores, sólo tienen que preocuparse del stock de mercancías y mantener el envío de las colecciones de productos a comercializar. Su único compromiso es el de reponer dichas mercancías a medida que se producen las ventas para conservar su espacio atractivo y optimizar los ingresos.
Las empresas que quieren estar presentes en las tiendas Libélula Shop sólo tienen que asumir un coste fijo por el posicionamiento en el espacio de sus locales y un porcentaje sobre las ventas que consigan.
Un coste fijo muy reducido y un variable que permiten a las más de 3.000 marcas que en estos momentos trabajan con nosotros recuperar su presencia, aumentar sus ventas o testar sus productos en nuevos mercados.
Y no solo eso, estos canales de venta también suponen un excelente expositor para los emprendedores que están comenzando a dar sus primeros pasos en el mundo de la moda, así como aquellas marcas internacionales que quieren entrar en el mercado español, pero quieren hacerlo despacio y minimizando los riesgos.
Otra de las principales ventajas que ofrece el modelo de negocio de Libélula Shop tiene que ver directamente con el stock, uno de los grandes obstáculos para las empresas de la moda. Y es que, según el modelo tradicional, las grandes superficies encargan importantes volúmenes de stock que, en el caso de no ser vendido, corre a cargo del fabricante, que asume en exclusiva el riesgo de que esto suceda y, por tanto, las posibles pérdidas que se produzcan por este motivo.
Gracias a este tipo de negocio en el que participan muchas firmas distintas, las marcas colaboran de forma indirecta atrayendo a los compradores. De esta manera, una empresa más pequeña puede beneficiarse de la capacidad de atracción de otras compañías con más recorrido en el sector.
En cualquier caso, la alta formación de los empleados de tienda en cada una de las marcas que tienen un espacio reservado en la misma sirve para dinamizar las ventas y que las empresas comprueben desde el primer día las ventajas de estos comercios multimarca, donde es posible encontrar referencias extranjeras como Tommy Hilfiger o Pierre Cardin.
El modelo de éxito desarrollado en sus tres años de vida ha llevado al equipo de Libélula Shop a definir un plan de expansión para los próximos tres años donde contempla abrir 100 nuevas tiendas bajo el modelo de franquicia. El modelo de tienda franquiciada tiene viabilidad en localidades con un entorno de influencia de 25.000 habitantes, por lo que se abre la posibilidad a pequeñas urbes y no solo los grandes núcleos urbanos.
En definitiva, en un entorno en el que los canales de venta empiezan a disminuir y en el que las condiciones que imponen las grandes superficies son difíciles de asumir para las empresas más pequeñas, este tipo de espacios se han convertido en una oportunidad para muchas firmas de moda.