Pymes y Emprendedores
¿Qué les preocupa a los directivos españoles?
También dicen que tienen ahora más estrés que hace cinco años y que la conciliación entre la vida laboral y profesional es una de sus mayores dificultades. Pero es de ellos de quien depende que las empresas tengan un horario de trabajo razonable y sólo el 30,8 por ciento se muestra dispuesto a hacer algo al respecto.
Procesos de despido más ágiles
Eso sí, dan un primer aviso que sí parece sincero. Consideran urgente que se flexibilicen los procesos de despido para aumentar la competitividad empresarial, por encima de otras prioridades como el contrato a tiempo parcial y otras fórmulas alternativas al contrato indefinido.
"Quizá eso signifique que va a ser lo que hagan próximamente, despedir. Porque percibimos ciertas perturbaciones en el mercado laboral", matizó José Ramón Pin, profesor del IESE, con una prudencia perfectamente palpable.
Porque poco después de pronunciar esta frase añadió: "Esto es libre mercado. Y lo cierto es que los estudios indican que a mayor flexibilidad, menor tasa de paro a corto y a medio plazo". Pin interpretó así uno de los datos del informe La gestión empresarial en 2007, que ha elaborado el IESE y la agencia de comunicación Burson Marsteller.
Un millar de empresas
Un sondeo en el que han bombardeado a preguntas a los principales directivos de las 1.000 empresas más importantes en España -tanto nacionales como extranjeras- sobre su opinión acerca de la actualidad económica, política y empresarial.
Muchas de las cuestiones llevan siendo objeto de debate desde hace bastante tiempo, como la inmigración. Los empresarios, en su capítulo de recomendaciones al Gobierno, le piden al Ejecutivo que fomente la llegada de inmigración cualificada, apenas un par de días después de que las estadísticas aclaren que de los 45 millones de españoles empadronados, el 10 por ciento nació fuera de nuestras fronteras.
Ante la pregunta sobre la poca importancia que otorgan los ejecutivos a la RSC, la presidenta de Burson Marsteller, Carmen Valera, aportó su visión: "Quizá es que ya la tengan asumida y ahora valoran otras cosas". Pin aportó la suya: "Quizá también signifique que cuando la economía va bien uno se preocupa de otras cosas; pero cuando empiezan a verse síntomas de debilidad, hay que preocuparse del núcleo del negocio".
Ante todo, credibilidad
De cosas como ésta depende también su reputación. Un concepto que definen con 21 ideas. El primero es la credibilidad, un aspecto cada vez más relacionado con la imagen que proyecta la empresa. "También es importante la reputación del equipo que le rodea", añadió Pin.
Por otro lado, se interpretaron además las respuestas acerca de la conciliación. "El horario de las empresas de este país es en realidad el horario de los jefes", aclaró José Ramón Pin. Algo de incoherencia puede traducirse de las respuestas de los ejecutivos, cuando responden que la falta de conciliación es uno de los grandes obstáculos de su día a día pero sólo el 30,8 por ciento de estos está dispuesto a tomar medidas al respecto.
21 preocupaciones
20072005/2006Perfil de la reputación del CEO1º1ºSer una persona creíble2º13ºCumplir la visión estratégica3º3ºComunicar una clara visión de la dirección de la compañía dentro de la empresa4º2ºPreocuparse por sus clientes5º5ºMotivar e inspirar a los empleados6º4ºAtraer o mantener un equipo directivo senior, altamente cualificado7º11ºAumentar el valor de los accionistas8º7ºGestionar las crisis corporativas o el descenso de negocio de forma efectiva9º8ºComunicar una clara visión de la dirección de la compañía fuera de la empresa10º10ºEntender el mercado global11º -Construir una cultura que derive en el éxito12º6ºSer innovador13º9ºDemandar altos criterios éticos14º -Entender cómo los cambios de la sociedad/mundo afectan a la compañía15º -Dominar la complejidad16º12ºProporcionar resultados consistentes y esperados17º17ºGestionar bien las expectativas de los 'stakeholders'18º14ºSer líder en su industria 19º15ºFomentar el buen gobierno corporativo20º18ºAdoptar responsabilidad medioambiental21º16ºAdoptar responsabilidad social