Una muestra del compromiso de las compañías con las políticas de responsabilidad social y medioambiental es el surgimiento de proyectos que trabajan en torno a la economía circular. Precisamente, para fomentar este tipo de iniciativas, la sede de la Comisión Europea (CE) en España acogió ayer el primer encuen- tro #ECCE: Economía circular, nuevas oportunidades de empleo y herramientas de financiación europea para España. De este modo, el evento trató de dar a conocer los programas de financiación de la CE dirigidos a las corporaciones españolas que tienen en cuenta estos aspectos y se esfuerzan por hacer de ellos una realidad, así como sus beneficios. Así, según datos de la Comisión Europea, el paso de un modelo económico lineal a uno circular, basado en un desarrollo sostenible, generaría 160.000 nuevos puestos de trabajo en España hasta 2020, lo que supone el doble de los creados con el modelo actual. Asimismo, esta cifra ascendería hasta los tres millones de puestos de trabajo a nivel mundial para el mismo periodo. De forma adicional, Katerina Fortún, responsable de política regional y urbana en la representación de la CE, señaló que esta economía aportaría 1,8 billones de euros al crecimiento económico mundial hasta 2020, lo que se traducirá en un aumento del 7 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), junto a una reducción de los gases de efecto invernadero de entre un 2 y un 4 por ciento. Una idea similar expuso el director adjunto de la representación de la Comisión Europea en España, Jürgen Föcking, quien añadió que apostar por esta realidad “también permite impulsar la competitividad y la innovación”. Para ello, Jocelyn Bleriot, oficial ejecutivo de la Fundación Ellen Mac Arthur, hizo hincapié en que “no basta con reducir los flujos materiales, sino que es necesario cambiar el sistema y apostar por la reutilización, no sólo por el reciclaje”. Pymes innovadoras Durante el encuentro, Fortún mencionó también las ayudas de las que se pueden beneficiar las pymes que sean sostenibles y apuesten por el I+D+i, a través de 150.000 millones de euros que la Comisión Europea tiene presupuestados hasta 2020. La financiación se presenta así como un pilar clave para fomentar esta realidad, junto a la legislación.