A las empresas les resulta más rentable contratar coberturas médicas que incrementar los sueldosMADRID. Suscribir pólizas sanitarias para los empleados no es un lujo reservado por las grandes empresas en exclusiva, también está al alcance de la pyme. Y es que si para un particular cada vez es más normal completar la seguridad social con otros productos del sector privado, también empieza a ser factible para las pequeñas empresas hacer lo mismo por sus trabajadores. Además de constituir un alto incentivo, dotar a la plantilla de una póliza de estas características conlleva -aunque con límites- exenciones fiscales tanto para la empresa como para el empleado. Y otra ventaja si cabe más importante: se consigue menor absentismo laboral como consecuencia de una cobertura médica y de prevención más completa. Debemos tener en cuenta que la ley de IRPF aprobada en 1998 introdujo un cambio sustancial en la definición y tributación de las denominadas rentas en especie. En aquel entonces se pasó a considerar que las prestaciones derivadas de la contratación por parte de la empresa de seguros de salud a favor de sus empleados y familiares directos no tenían la consideración de retribución en especie a efectos fiscales (con requisitos). A partir de 2003 este régimen legal se mejoró, elevando los límites cuantitativos para no tributar en especie. De este marco legal también se beneficia el empleado, que no declara los primeros 500 euros que le cubra la póliza (también a sus hijos y cónyuges). A las empresas les resulta más rentable contratar una cobertura médica a sus empleados que incrementar el equivalente en sueldos. Esa es la clave. Por eso las perspectivas del sector son jugosas, con un crecimiento continuo cada año: en 2005 fue del 7,4 por ciento, según datos de la patronal, Unespa, que señala que esto supone crecer algo más de un punto por encima del incremento real de la economía. Después del ramo de multirriesgos, el que más crece es el de salud, en casi un diez por ciento el año pasado. A este crecimiento ha contribuido la actual diversificación en el sector, donde hay productos a la medida del cliente. Si éste es empresa la oferta se multiplica. No hay que perder de vista el filón que supone las pólizas de empresas, pues se provee de productos a plantillas enteras de empleados. Y al conjunto de grandes corporaciones hay que sumar a las empresas de menor tamaño, que por su gran número suponen un mercado amplísimo. En la siguiente comparativa se incluyen cálculos de precio generales, para un conjunto de cuatro asegurados adultos, con cuota de pago mensual (el precio disminuye conforme lo hace la frecuencia del mismo: trimestral o incluso anual). Eso sí, son cuantías orientativas que pueden sufrir modificaciones sustanciales a la hora de la contratación, en base a ajustes de presupuestos, circunstancias personales de los asegurados, etc. Con todo, el más económico es el seguro de Adeslas, con un presupuesto inicial de 156,01 euros, para una póliza de pago mensual con cuatro beneficiarios; le sigue muy cerca Sanitas, con un precio de 156,20 euros (promocional para 2007); luego se sitúan DKV, que cobra 160,54 euros para el mismo caso, y finalmente Asisa, con un presupuesto de 164,40 euros.Tarifas para autónomos No nos ha sido posible incluir precios destinados a empresas o autónomos de forma individualizada, dado que estas primas, normalmente más caras que las ofrecidas a particulares, se calculan de forma específica y personalizada para cada caso. Aunque hemos encontrado dos compañías que ofrecen tarifas generales para su producto de autónomos, Sanitas y Adeslas, cuyo cálculo -para tres trabajadores y sin profesiones de riesgo- incluimos a continuación. En este apartado, es de nuevo la compañía Adeslas quien ofrece el mejor precio en el mercado.