Dejar su know how en manos de un país señalado por el plagio les preocupa barcelona. ¿Qué le parece un mercado compuesto por más de 1.300 millones de posibles consumidores, un crecimiento del PIB que en 2006 fue del 10,6 por ciento, una inflación del 1,5 por ciento, unas tasas de consumo que han crecido un 11 por ciento en el último año y 42 millones de habitantes con un poder adquisitivo medio?Seguramente, ninguna enseña se lo pensaría dos veces antes de iniciar su cadena de franquicias en este país. Sin embargo, el nombre del país, China, parece levantar temores en las enseñas españolas cuando se tratar de elegirlo como destino de sus franquicias. No pensar en el plagioHasta la fecha, y según datos de la Asociación Española de Franquiciadores (AEF), los países preferidos por las firmas españolas para desembarcar con este formato son Portugal, México, Francia e Italia. Y China sólo aparece en los últimos puestos y de manera algo residual. "Plantearse no ir a China porque te van a copiar es un gran error", destacó Marc Borrell, de Borsub International, que ayer participó en la presentación del Estudio de Mercado. Sistemas de Franquicia en China, elaborado por la Cámara de Comercio de Barcelona.Las copias de productos y la gestión del know how son dos de los temas que más preocupan a los propietarios de las marcas españolas. Sin embargo el caso más sonado de falsificación de las marcas fue el que afectó a la compañía norteamericana Starbuck's. Empresarios chinos intentaron rentabilizar el éxito de los cafés norteamericanos pero acabaron en los juzgados y tuvieron que indemnizar al original. La marca Mango fue una de las primeras en llegar al país asiático en 2002 y en la actualidad cuenta con 22 locales. No llegan a la veintena el número de firmas españolas que han decidido franquiciar su marca en China. Zara, PressTo y Adolfo Domínguez son algunas de ellas. Estados Unidos acapara más de la mitad de las enseñas con presencia en China.Olvidarse de los beneficios inmediatos es otra de las obsesiones que remarcó Josep María Cervera, director del Plan de Internacionalización de la Cámara. "El tiempo medio que necesita una franquicia para funcionar en el país es de dos a tres años", aseguró Xavier Vallhonrat, presidente de la Asociación Española de Franquicias.La administración china exige en su marco jurídico que la enseña cuente con dos locales propios antes de iniciar el sistema de franquicias. Además las instituciones españolas y las cámaras de comercio insisten en que la regulación de la propiedad intelectual está cerrada en aquel país y "cada vez más perseguida" después de modificar en diciembre de 2004 su legislación.La inversión inicial para montar una franquicia en China es de 50.000 euros para negocios mayoristas y de 30.000 euros para las empresas que se dediquen a los negocios de retail o minoristas.