Fútbol
Un Benzema excitado por la Champions roza el partido perfecto contra el Nápoles
- Marcó y pudo hacer el 2-1 pero la bola se marchó al palo
- Ejerció con maestría entre la mediapunta y la delantera
- Su porcentaje de acierto es mejor en Champions que en Liga
Karim Benzema no es un jugador de citas pequeñas. Al '9' del Real Madrid le gustan sólo las grandes citas. Las importantes. Y en la Champions casi todas lo son. Quizá impulsado por este sentimiento, siempre deja su mejor versión cuando luce el parche de las estrellas en su manga derecha.
Ayer lo portaba. Y Benzema no jugó un buen partido. Jugó un partido perfecto, especialmente en una primera parte para enmarcar. Karim, defenestrado en Liga (apenas lleva cinco goles y arrastra una imagen de desidia recurrente), sólo necesitó cuarenta segundos para dejar claro que no era una noche más.
Es el tiempo que necesitó para fusilar dentro del área a Pepe Reina. Su zurda disparó un cañonazo que el portero español repelió con un puño derecho de hierro. Había comenzado la fiesta. Ni el gol de Insigne le impidió desplegar esa versión en la que dan ganas de cambiarle la camiseta cada cinco minutos. Algunas, para portar el '10'. En otras, para seguir luciendo el '9'.
A medio camino entre el delantero puro y el mediapunta, Benzema se movió dejando espacios, proporcionando asistencias y rematando a puerta con una rabia que llamaba la versión por su ausencia en duelos anteriores.
En un gran centro de Carvajal, el franco argelino cabezó dentro de la red el empate a uno. Tuvo en sus botas el 2-1 cuando, en un mano a mano con Pepe Reina, mandó al palo un buen remate. Habría sido su sexto gol en la Champion y habría superado sus dianas en Liga.
Sin ese tanto, la cosa está igualada: cinco en el torneo doméstico, cinco en la mejor competición continental, un territorio propicio donde ya acumula 50 dianas en 80 partidos. Esto es, 0,625 goles por partido frente a los 0,5 que promedia en la Liga. Champions es, definitivamente, territorio Benzema.