Fútbol

¿Ha olvidado el Barça los 'valors' para caer en la prepotencia como dicen sus rivales?

    Luis Suárez se mofó de Pau López en el derbi. <i>Imagen</i>: Cuatro TV

    Javier Martín

    Los dos últimos derbis del Barça frente al Espanyol han estado acompañados de la polémica y de un buen puñado de declaraciones y actos polémicos protagonizados por los miembros de ambas escuadras. En el caso del vigente campeón de Liga ha llamado la atención algunos casos concretos, con declaraciones de tono que pueden ser interpretado como prepotente o despectivo hacia los rivales. No es la primera vez que sucede en los últimos tiempos. Jugadores como Alves, Piqué, Busquets, Neymar o Suárez se han situado en el ojo del huracán. ¿Se olvidado el Barça de los 'valors' (valores) que promulgaban durante la época de Pep Guardiola?

    En aquellos años el Barça no sólo se erigió como ejemplo de fútbol de calidad, sino que también trató de enfocarse hacia un comportamiento impecable dentro y fuera de los terrenos de juego.

    Cierto es que hubo algunas excepciones (Piqué y la manita del 5-0 o Messi y su balonazo a las gradas del Bernabéu), pero la norma hablaba de un equipo ejemplar representado habitualmente en la figura de sus capitanes: Puyol, Xavi e Iniesta representaban este comportamiento aunque ello supusiera las reprimendas a sus propios compañeros.

    Llamativos fueron casos de Puyol abroncando a Thiago o Alves por una celebración excesivamente festiva en un 0-6 al Rayo o reprochando a Piqué que quisiera mostrar al colegiado un mechero que le lanzaron en un clásico. También fue llamativo ver a Xavi llevándose a Neymar en la final de Copa después de que tratara de hacer una lambretta a Bustinza, del Athletic Club.

    Pero ya ninguno de ellos está en el vestuario y el tercer integrante, Iniesta, parece representar esos valores, pero no inculcarlos a sus compañeros. Así, el elenco de polémicas se han extendido en los últimos tiempos con actuaciones que habrían sido difíciles de ver en la era del Pep-Team, tal y como han reconocido en el entorno del club.

    En Getafe, buena parte de los futbolistas 'asaltaron' la sala de prensa disfrazados con motivo de Halloween, para malestar del club madrileño. Tras aquello, Alves se enzarzó con varios medios de comunicación, los vetó y contraatacó afirmando que desde Madrid existe una campaña conspirativa.

    Gerard Piqué defendió las palabras de su compañero y se lanzó a su defensa en redes sociales. Es ahí, en redes sociales, donde se ha expresado constantemente contra futbolistas del Real Madrid. También lo ha hecho de viva a voz y no sólo contra futbolistas blancos, sino también contra el Espanyol.

    Este miércoles, sin ir más lejos, se mofó de sus aficionados por considerarse una "maravillosa minoría". Ahora Antiviolencia estudia si estas expresiones pueden constituir una sanción o advertencia de sanción.

    En ese encuentro, Luis Suárez volvió a su versión más rebelde para enzarzarse en varios piques contra los jugadores del Espanyol y sus formas violentas. En pleno partido se rió del portero perico y le recordó que él lo había ganado todo en el mundo del fútbol. Además, en el túnel de vestuario esperó a varios de esos futbolistas y les insultó. "Sos un desecho", reflejó el colegiado en el acta.

    Tras el duelo, Busquets también protagonizó un cruce de declaraciones imprevisto con Pape Diop. No estaba prevista su comparecencia ante los medios, pero motu proprio habló para afirmar que no daría un minuto de gloria a un jugador de estilo algo violento, según sus declaraciones. "El fútbol es un deporte de meter goles y hoy les hemos metido cuatro", dijo en unas palabras que en Cornellá han sonado a exceso de prepotencia.

    Y en medio de estos problemas, Neymar volvió a intentar en el tramo final del encuentro contra los periquitos una 'lambretta' (regatear a un rival pasándose el balón por la espalda), al igual que sucedió en la final de la Copa del Rey. Esta vez, al contrario que en aquella ocasión, Luis Enrique no reprochó al futbolista su acción, un gesto que en el Barça ven sólo como un exceso de virtuosismo y que en otros rivales valoran como provocación.

    Fueron gestos de este tipo los que le valieron entradas excesivamente duras en el clásico (Isco fue expulsado por una de esas patadas) o en el derbi del sábado en Liga. Tras el partido los futbolistas denunciaron un injusto trato arbitral. En los años gloriosos de Guardiola era complicado encontrar este tipo de críticas. Al menos de forma tan directa y clara.

    Debates y acciones controvertidas que no hacen más que colocar en el disparadero a un Barça que sigue tratando de fomentar los valores del deporte institucionalmente, pero que desde fuera es acusa de perder esos 'valors' que fomentó Guardiola en sus años de entrenador blaugrana.