Fútbol

Luis Suárez, el provocador

    Suárez se encara con Pau López, del Espanyol. <i>Imagen</i>: Reuters

    Javier Martín

    Luis Suárez se convirtió en protagonista del duelo copero que enfrentó en el Camp Nou a Barça y Espanyol. Protagonista no por ver puerta (Messi -dos veces-, Piqué y Neymar fueron los goleadores), sino por dar un paso atrás e involucionar futbolísticamente hacia su versión más marrullera, ésa que parecía enterrada en lo más profundo de Brasil, lugar donde 'perpretó' el mordisco a Chielini y en el que, supuestamente, inició su nueva andadura, su nuevo 'yo'.

    Contra los blanquiazules, Suárez protagonizó todo tipo de líos. Celebró el 2-1 de Messi en la cara de Pau López, arquero del Espanyol. También se encaró con frecuencia con los defensas pericos e incluso, tras el partido, se quedó aguardando en el túnel de vestuarios a que aparecieran los rivales para retarse con ellos sin cámaras indiscretas.

    "Aquí os estoy esperando, venid acá; Sos un desecho", retó el charrúa tal y como recoge el acta del colegiado Martínez Munuera.

    Palabras gruesas que no sólo destruyen los tan alabados 'valors' del Barça, sino que hacen dudar de si Suárez realmente está recuperado del trastorno que provoca su incontinencia física y verbal. No es la primera vez que el '9' está a un paso de arruinar su carrera tanto en Holanda (con el Ajax también mordió a un rival) como en Inglaterra (en el Liverpool mordió a Ivanovic e insultó de forma racista a Evrá).

    Y hablamos de trastorno porque así mismo lo afrontó Súarez cuando fichó por el Barça. En 'Cruzando la línea' autobiografía editada en España por el propio FC Barcelona, admite cómo apenas llegado a la Ciudad Condal, se puso en manos de un psicólogo para frenar estas tendencias peligrosas que admite como un problema notable para su carrera.

    Los rivales, desvela, lo saben. Por eso le provocan sobre el terreno de juego con palabras y pequeños gestos que sólo buscan que caiga en la trampa y deje libre sus más bajos instintos. Frente al Espanyol ese Suárez hasta ahora desconocido por el Camp Nou emergió de nuevo y no se sabe muy bien si fue la provocación de los rivales la que le hizo saltar por los aires o si por el exceso de revoluciones con la que saltó el Barça al césped. La sed de venganza por el empate liguero aumentó la crispación blaugrana y, de paso, la de su mejor delantero centro.

    Suárez es un futbolista descomuncal capaz de emular al mismísimo Ronaldo Nazario da Lima en una versión fiel y moderna. Un potencial 'Balón de Oro' al que actitudes como las de ayer lastran hasta ocultar bajo sus broncas las virtudes de sus goles y regates. Lastre que no sólo él mismo debe ocuparse en minimizar, sino también su club. Si el Barça es capaz de contener la bestia que tortura a su delantero se asegurará los servicios del mejor '9' del momento.