Keylor Navas y la parada a Jackson que salvó al Real Madrid de perder el derbi

Keyor Navas es, por regularidad e influencia en casi todos los partidos, el mejor futbolista del Real Madrid en este inicio de temporada. Ayer, ante el Atlético de Madrid, lo demostró de nuevo. Lo hizo, sobre todo, en dos acciones destacadas. La primera, su parada en el penalti que Ramos cometió sobre Tiago y que Griezmann marró. La otra, la estirada con la que sacó un latigazo de Jackson Martínez cuando el Calderón cantaba ya el tanto de la victoria colchonera.

El tiempo ya estaba casi cumplido. Corría el minuto 92 y el colegiado había anunciado que el partido se iría hasta el 93'. El Atlético no desesperaba y seguía buscando el gol de la épica que le diera los tres puntos tras una buena segunda parte.

En éstas Tiago recuperó un balón y lo abrió a la banda derecha desde la medular. Vietto recibió el esférico. Griezmann le telegrafió el desmarque a la espalda de Marcelo. Ramos siguió al francés cuando el pase salió de las piernas del argentino. El defensa del Real Madrid interceptó el pase con tan mala suerte para él que la bola acabó en la frontal donde un Jackson totalmente desmarcado tuvo tiempo para armar un buen disparo: fuerte y colocado. Parecía gol.

Pero Keylor estaba bajo palos. Felino y hábil, el portero se lanzó y con la mano derecha, evitó lo que parecía un gol cantado. La grada del Calderón no se lo creía. Tampoco el propio Jackson. Habría sido el gol del triunfo, pero terminó en la parada de la noche. "Hay que estar atento", analizó escueto tras el partido sin dar valor a una estirada que valió un punto.