Fútbol

¿Por qué rompió Casillas el acuerdo? Pidió 7'75 millones más al Real Madrid

    Iker Casillas y Florentino Pérez en 2012. <i>Imagen</i>: EFE

    Javier Martín

    Iker Casillas se marcha del Real Madrid, pero lo ha hecho después de una ruptura de negociaciones protagonizada este jueves por diferencias económicas y el deseo del jugador a percibir hasta el último céntimo de lo que le debería abonar el conjunto blanco en lo que le resta de contrato en cantidades brutas: 24 millones de euros. En su nueva etapa, el Oporto pagaría 8'75 y el resto, lo debería abonar el Real Madrid. Esto, aplicando algunas normas de la fiscalidad lusa, Iker ganaría 19 millones de euros limpios. El Madrid, sin embargo, se niega a negociar hablando de cantidades brutas, sino que está dispuesto a completar su salario en el Oporto hasta permitirle ganar los 12 millones limpios que recibiría en Madrid. Esto, según los impuestos portugueses, el Oporto le daría los citados 8'75 millones brutos y el Real Madrid, 7'5 millones brutos. La diferencia es de 7,75 millones de euros entre una postura y otra, entre lo que exige Casillas y lo que le ofrece el Real Madrid

    Ingeniería fiscal

    Aclarar el galimatías en el que se ha enfangado este caso no es sencillo toda vez que entran en juego las tres partes implicadas (Casillas, Madrid y Oporto) y las diferencias entre los sistemas fiscales español y portugués.

    Vayamos por parte. En cuanto a este último punto, el modo cómo funciona Hacienda en cada país, hay que explicar que en Portugal, al contrario de lo que se había dicho estos días, no hay 'Ley Beckham', es decir, que aquellos extranjeros que cobren más de 250.000 euros por año tienen que abonar un IRPF del 56% de sus salarios.

    Sin embargo, hay una vía de escape (que es la que desea aplicar el Real Madrid a este caso) por la que un trabajador que genere su rendimiento en España, aunque trabaje para una empresa portuguesa, tributa sólo al 20%.

    Es decir, que si Iker Casillas se marcha al Oporto, pero su salario se lo sigue pagando el Real Madrid (aunque el Oporto le pase de alguna manera una parte de dicho sueldo), se aplicará una retención del 20% y no del 56% sobre el salario.

    Explicado esto, vayamos a las cantidades. Según el contrato actual del Casillas (con una fiscalidad del 53%), el portero debería percibir 25 millones de euros brutos en las dos temporadas que le restan de contrato para completar los 12'5 millones de euros netos que tiene pactados.

    Así las cosas, Casillas está dispuesto a perder un millón en su salida. Es decir, que quiere cobrar 24 millones de euros brutos en los dos próximos años de su nueva etapa en Portugal.

    Pues bien, el Oporto ha llegado a un acuerdo con el Real Madrid y con el jugador según el cual le abonarían 7 millones de euros netos que, aplicando la norma del 20% de retención, supondrían unos 8'75 millones de euros brutos.

    Es aquí donde nació el principal punto de discordia. El Real Madrid quiere pagar a Casillas lo que le falta para completar los 12 millones de euros netos siguiendo también el modelo de retención del 20%, es decir, que quiere pagar 7'5 millones brutos más y así completar el salario de su capitán siempre hablando de cantidades netas.

    Según las cuentas merengues, el nuevo salario bruto de Iker debería quedar fijado en 16,25 millones de euros brutos fruto de sumar lo que le paga el Madrid y lo que le paga el Oporto.

    Sin embargo, Casillas decía que no. Que se olviden de diferencias fiscales entre uno y otro país. Que quiere cobrar 24 millones de euros en bruto. Por eso exigió al Real Madrid que le abone 15'25 millones de euros más allá de los 8'75 que le pone el Oporto.

    Esto haría que, al aplicársele una retención del 20%, Casillas acabaría cobrando 19,2 millones netos y no los 12'5 que percibiría si se quedara en Madrid.

    Éste es el principal punto de discordia entre ambas partes. El Real Madrid dice que pagará lo que haga falta para que Iker perciba los 12 millones netos que tenía pactados percibir en la captial, pero el jugador exige que se le abone la cantidad en bruto, de tal manera que, al regirse ahora por la fiscalidad lusa, ganaría 19'2 millones netos, 7'2 millones de euros más en neto de lo que percibiría si continuase en Madrid dos años más.