Fútbol
Los cinco secretos por los que Messi ha vuelto para ser el mejor de la Historia
Javier Martín
Leo Messi ha vuelto. Lo ha hecho en su versión más excelsa. Ésa que se dedicó a triturar defensas, porteros y todo lo que se interpusiese en su camino entre 2007 y 2011, su periodo más excelso, su momento más brillante. Sí, Leo Messi ha vuelto para reclamar el trono de mejor jugador de la historia, ése del que parecía haberse bajado en las dos últimas temporadas. Lo demostró anoche con su exhibición ante el Bayern de Pep Guardiola. Un recital de fútbol que viene de lejos. La regularidad que está manteniendo 'La Pulga' es la mejor prueba de su retorno. Un retorno que tiene cinco razones, cinco explicaciones
1.- Todo nace de una pregunta
Veronica Brunati es periodista y amiga de Leo Messi. Le conoce a las mil maravillas y ya en alguna ocasión se ha ocupado de desvelar algún secreto de esos que sólo conocen 'La Pulga' y los suyos. Recientemente, en un artículo escrito en el diario Marca, Brunati daba un puñado de claves de por qué ahora Messi se siente feliz y en paz consigo mismo.
Daba un buen puñado de datos. Uno de los más curiosos es el que decía, por ejemplo, que a Leo le hundía que su hijo Thiago se negase a volver a sus brazos cuando iba a la guardería. Pero entre esas claves, la más relevante tenía forma de pregunta.
"¿Quiero volver a ser el mejor del mundo?", desvela Brunati que se cuestionó a sí mismo Messi. Y la respuesta fue rotunda. "Sí". Con esa afirmación encima de la mesa, Leo se puso a trabajar para recuperar su versión anterior, la que apabullaba al mundo como anoche apabulló al Bayern de Múnich.
2.- Una dieta milagro
Messi le debe muchas cosas a Guardiola, pero una de las fundamentales es meterle en cintura con una dieta especial que además de bajarle el peso, mejoró su musculatura y borró el fantasma de sus constantes lesiones. Pero Pep se marchó y volvieron los malos hábitos. "Quizá Messi se ha tomado alguna Pizza de más", dijo Rexach, actual miembro de la comisión deportiva culé. Llevaba razón.
Messi descuidó sus hábitos y regreso a las andadas. Sin embargo, fruto de la pregunta antes mencionada, la de si quería ser otra vez el mejor del mundo, el jugador se puso en manos de un profesional para olvidar aquellos vicios y recuperar las buenas costumbres.
De nuevo Brunati desveló que se trataba de una dieta sin gluten que le impuso un profesional afincado en Milán. Leo le visita con frecuencia para seguir sus consejos y los resultados a la vista están: su figura ha recuperado el estilismo de entonces y su fútbol, la magia de siempre.
3.- Adiós a Hacienda, hola 'megacontrato'
El año 2013 y el 2014 fueron, para Messi, los años de Hacienda. De Hacienda y sus líos, se entiende. Los problemas que ha tenido el futbolista con el fisco han sido de lo que más le ha lastrado. Él mismo lo ha confesado en alguna entrevista.
Eso de ver como el Estado español le ponía contra las cuerdas por algo que no entendía (siempre se ha declarado inocente, siempre ha dicho no saber nada) y le producía especial dolor cuando el señalado era su padre, a quien también se ha mezclado con otros asuntos turbios.
Pero todo aquello es cosa del pasado. Leo ya ha pagado e incluso ha recuperado parte del dinero. Cuando Hacienda le reclamó millonarias cantidades, él decidió llamar a la puerta de Bartomeu, presidente de su equipo, para que aumentase su salario y así, viese retornado parte del dinero. Bartomeu aceptó y de paso, colocó a Messi como el jugador mejor pagado del planeta, un título honorífico que el jugador agradece. No le gusta demasiado eso de verse en segundos pedestales, incluido el salarial.
4.- El reto de Cristiano Ronaldo
Sucedió el 12 de enero de 2015. Zúrich. Gala del Balón de Oro. Cristiano Ronaldo acaba de ser nombrado el mejor jugador del planeta por tercera vez, segunda consecutiva. Es, por lo tanto, la segunda vez que Messi se queda compuesto y sin premio. CR7 sube al estrado y mirando a Messi, le reta. "Quiero superar los balones de Oro que tiene Leo. Quiero ser el mejor de la historia", comenta mirando directamente a Messi.
Aquella frase, cuentan en el entorno de Messi, fue palanca para la famosa pregunta del primer punto. ¿Realmente quiero que Cristiano me supere?, debió preguntarse el '10'. La respuesta, en este caso, fue negativa.
No. Claro que Messi no quería que Cristiano le superase y la mejor manera de conseguirlo era que él, de nuevo, fuera mejor que el luso. Desde entonces, Messi se ha puesto a trabajar para recuperar ese trono.
5.- El efecto Luis Enrique
Es un efecto de doble cara. Por un lado, la anímica. En el famoso motín de Anoeta, cuando jugador y entrenador se encararon, Messi sacó de su interior su mejor versión. Quería callar a su entrenador y demostrarle que no llevaba razón en su deseo de tratarle como si fuese un jugador más. Él es Messi. Él es único.
Tocado en su orgullo (ése que también golpeó Cristiano Ronaldo en Zúrich), el jugador se ha exprimido en cada partido.
La otra cara de este efecto Messi es responsabilidad directa de un Luis Enrique que ha sabido dar con la tecla para mover a todo el Barça hasta mejorar el rendimiento global y el del propio Leo.
En este sentido el nuevo estilo de juego culé (más basado en transiciones rápidas que explotan la velocidad del argentino) y el uso de Neymar y Luis Suárez, dan un mejor rendimiento a 'La Pulga'. Los tres se mueven en rotaciones constantes que ofrecen a Messi más apoyos y más espacios. Y así, luce más tanto en la finalización como en las asistencias.