Fútbol
Cuatro atisbos de esperanza en la crisis del Real Madrid
Javier Martín
La derrota del Real Madrid ante el Schalke este martes ha supuesto un duro golpe para el equipo blanco como institución, así como para su plantilla y afición. "Hemos tocado fondo de forma estrepitosa", resumió ante las cámaras de Canal Plus tras el partido Iker Casillas. Pese a este sentimiento derrotista, no todo es malo en el Paseo de la Castellana. Cuatro son los guiños a la esperanza que dejó el partido contra los germanos.
El primero tiene nombre de 'héroe' blanco. Cristiano Ronaldo logró un doblete salvador que impidió la eliminación merengue. Hacía tiempo que CR7 no lograba dos goles y eso es algo más que noticia para un Real Madrid que vive en muchos momentos de la intensidad e inspiración de su jugador franquicia.
Si ésta es la confirmación de que 'el Bicho' ha vuelto, miel sobre hojuelas para una entidad que anhela de sus goles como agua de mayo. Pero no sólo de los tantos de CR7 vive el madridismo. También necesita los de Benzema.
El galó jugó ayer sin demasiada chispa (como el resto del equipo), pero se reservó un destello de magia para lograr el 3-2 con una jugada que recuerda al Karim más efectivo de la BBC más brillante.
Es el segundo argumento positivo que dejó un encuentro en el que se esperaba con ilusión el retorno de Luka Modric.
En el mediocampista radica la tercera razón que manejan en el Bernabéu para ver con menos pesimismo el futuro. "Un jugador no puede cambiar un equipo, esto no es tenis", comentó el balcánico tras el duelo. No creen lo mismo en la capital. El fútbol que despliegua permite mejorar precisamente la actuación coral del resto de sus compañeros.
De hecho, con su salida al campo, el Real Madrid empezó a tener más el esférico y mejoró su circulación de balón, algo en lo que el Schalke dominó en los primeros 60 minutos de partido. Sus estadísticas anoche (24 pases intentados, sólo uno fallado) demuestran cuán clave puede Modric para este equipo siempre necesitado del balón para jugar a tope.
El cuarto motivo de la esperanza madridista es Sergio Ramos. El de Camas jugará ante el Levante el domingo (él en verdad quería jugar ayer) y eso debería dar más seguridad defensiva y personalidad al equipo. Cuando retorne, la enfermería blanca sólo tendrá a James Rodríguez como única estrella merengue lesionada.